Revista Religión
De lo alto del monte se ve la Ermita,
la que todos los años Ella visita,
entre verdes olores, vaya fragancia,
su figura tan blanca, vaya elegancia.
Es regalo de un pueblo que la venera,
que al pensar solo en Ella la construyera,
sus paredes encierran todo el anhelo
que nace del corazón del pastoreño.
Si bonita aparece todos los días,
imagínate cuando en la Romería
sus tres puertas abiertas,
campanas al aire,
repartiendo alegría
por los Pajares.
Imagínate Ella entre un mar de gente
caminando despacio sin detenerse,
porque al llegar septiembre como cada año
la Ermita más bonita, la está esperando.
Si bonita aparece todos los días,
imagínate cuando en la Romería
sus tres puertas abiertas,
campanas al aire,
repartiendo alegría
por los Pajares.
Antonio Portillo Daza