Como comenté en la entrada anterior, las jornadas de eSalud en Ávila fueron magníficas. Tuve la oportunidad de aprender mucho, conocer a excelentes personas y disfrutar como un niño con zapatos nuevos con el “Twitter experiment”.
Aunque mi participación en el hashtag de las jornadas fue abundante, no todo lo que me hubiera gustado compartir cabía en 140 caracteres, así que decidí convertirlo en entradas de este blog para vosotros.
Hoy os hablaré de un concepto muy interesante que aprendí en la magistral charla de Alejandro Jadad: “La escalera del bienestar“.
Se compone de 5 escalones o niveles a los que hay que ir accediendo paso a paso, sin saltarse el anterior. Deja a los hospitales “como última opción”, porque defiende que más hospitales significa menos salud.
Describamos los 5 niveles:
- Web 1.0: en Internet existen múltiples sitios con una información de calidad para el cuidado de nuestra salud. Debemos ayudar a las personas a saber buscarlos y utilizarlos, como diría Jay Parkinson: “Prescribamos vínculos“.
- Web 2.0: dando un paso más sobre el escalón anterior, tenemos la (relativamente) reciente web 2.0, que constituye una comunidad de seres humanos que se ayudan unos a otros. Las redes sociales son el elemento más conocido (aunque no es el único) de esta tendencia que llamamos web 2.0. Redes que unen a enfermos de una misma patología, redes que unen a cuidadores de enfermos de una determinada enfermedad, redes que unen a profesionales y enfermos para comunicarse… hay muchos ejemplos en Internet, sólo hay que buscarlos y participar activamente en ellos.
- Comunidad: No entendida como algo tecnológico, sino como algo humano: una verdadera red social. Somos animales sociales, de eso no hay duda. Quizás hayamos perdido un poco esta esencia últimamente, pero casi todos nosotros recordaremos durante nuestra infancia la importancia de la comunidad en nuestras vidas. ¿Cuántas veces os habéis quedado al cuidado de la vecina, con sus hijos, mientras vuestros padres tenían que hacer algo? Luego, tus padres devolvían el favor, como es normal. Estas redes no deben perderse… y no podemos excusarnos en la tecnología como un motivo para perderlas. Precisamente, yo estoy convencido de que la tecnología puede ayudar a estas redes al permitirnos ampliarlas más allá de nuestro entorno más inmediato. Alejandro puso un buen ejemplo. Dos personas que tienen que cuidar a sus padres ancianos. Si un día uno necesita que alguien cuide de sus padres, se lo puede pedir a esta otra persona (el que cuida dos, cuida tres o cuatro) y luego devolver el favor cuando la otra persona lo necesite. ¿Tiene necesariamente que ser el vecino? ¿Veis como yo cómo la tecnología puede ampliar el alcance de esta red informal de cuidado?
- Atención Primaria: No voy a comentar demasiado los dos últimos niveles de la escalera, pues nos son conocidos a todos. Sólo quería decir que, para que esta escalera sea óptima, los recursos que se dedican a Atención Primaria deben ser mayores de lo que son actualmente. La importancia de Atención Primaria en el cuidado de la salud es capital… pero la actual organización sanitaria y nuestros responsables políticos no parecen estar de acuerdo con esto, si atendemos a las medidas que se toman y la distribución de recursos que se hace.
- Atención Hospitalaria: Comparto absolutamente el comentario de Alejandro: “Más hospitales significa menos salud“. Los hospitales se han convertido en una herramienta política… abrir hospitales da votos y se nos está yendo de las manos, por esto, un hospital es mucho más ineficiente en el uso de los recursos que Atención Primaria. ¿De verdad es necesario que TODO se haga en muchos hospitales que están demasiado cerca? ¿De verdad es necesario que una ciudad cuente con tres o incluso cuatro hospitales? Aunque también entiendo que debe ser una decisión política difícil el recortar la cartera de servicios de un hospital… ¡y no digo ya cerrarlo! Alejandro puso un ejemplo muy ilustrativo de un hospital en India que se dedicaba sólo a cirugía cardiaca. Hacían unas 3000 cirugías al mes (si no recuerdo mal, que me corrijan los asistentes a las jornadas), cuando hospitales de altísimo nivel y prestigio no llegaban ni a la tercera parte. ¿Qué consecuencia tenía esto? Cirujanos muy expertos que hacían sólo cirugía, en menos tiempo, con menos complicaciones y con un uso más eficiente de los recursos. ¿No podríamos acercarnos a este modelo? Dejar las medallas y los golpecitos en el pecho y aceptar, por ejemplo, que toda la cirugía cardiaca de España se hiciera en 3 centros estratégicamente situados… pero lo veo difícil, la verdad… en este tipo de cosas no suele triunfar la razón.
Como demostró Jadad en su ponencia, no toda innovación y mejora viene siempre de una inversión mayúscula en la última tecnología… a veces es cuestión de pensar un poco cómo hacer las cosas en comunidad en lugar de tener la actitud individualista y cortoplacista que impera ultimamente.