El año pasado Carmen Conde publicó su primera novela, Para morir siempre hay tiempo, con la que resultó ganadora del Premio La Trama de Ediciones B, una novela sencilla y desenfadada cercana a la parodia con la que pasé un buen rato y este año he vuelto a animarme con su última publicación. Hoy os hablo de La escritora.
SinopsisLucrecia Vázquez trabaja como «negra» literaria para una gran editorial y convive como puede con el síndrome de Tourette, que le provoca multitud de tics. De inteligencia brillante y personalidad muy compleja, ha construido un mundo a su medida dentro de las cuatro paredes de su apartamento de Barcelona, del que apenas sale.Cuando la escritora de best sellers Dana Green aparece muerta en un pueblecito del Montseny, la policía descubrirá pronto que Lucrecia iba a reunirse con ella para escribir el nuevo libro de la famosa novelista, que en el momento de su muerte estaba sumida en una profunda crisis creativa.
Dana Green ha sido asesinada de una manera espantosamente cruel. ¿Es posible que sea obra de algún perturbado? ¿O hay que buscar al culpable mucho más cerca? Convertida en sospechosa, Lucrecia tendrá que demostrar que el asesino no tiene nada que ver con ella. ¿O tal vez sí…?Mi opinión
La escritora comienza con un inquietante prólogo ambientado en los años setenta para rápidamente saltar al presente y a partir de entonces continuar con un hilo temporal lineal que ocasionalmente se romperá con numerosas analepsis a través de las cuales conoceremos el pasado de los personajes. Lucrecia Vázquez es una joven de 27 años que trabaja para la Editorial Universo firmando con seudónimo novelas de las que no se siente muy orgullosa. Además, ejerce también como negra literaria. Cuando su editor le propone hacerse cargo de la nueva novela de Dana Green, exitosa autora superventas que nunca ha escrito una sola línea, ve una buena oportunidad y, a pesar de no mantener buena relación con la escritora, accede a entrevistarse con ella. Cuando llega a la casa de veraneo del editor, donde se aloja Dana Green, se encuentra con una escena dantesca: Dana ha sido asesinada de una forma cruel y espeluznante. Gerard Castillo, sargento de los mossos d'esquadra, y el cabo Pau Serra, serán los encargados de llevar a cabo la investigación.
Como podéis imaginar Lucrecia y Gerard son los protagonistas principales de la novela. Ella es un personaje que me conquistó desde el primer momento, su perfil está trazado de forma natural lo que hace que la sintamos una persona de carne y hueso y que suframos con ella ya que Lucrecia está aquejada por el síndrome de Gilles de la Tourette en un grado muy alto por lo que sus tics y continuos espasmos hacen muy difícil sus relaciones sociales. Es imposible no sentir cierta ternura por Lucrecia, pero al mismo tiempo Carmen Conde nos presenta un personaje poliédrico, lleno de matices y aristas, un personaje sobre el que tendremos muchas dudas desde las primeras páginas. A su lado, el sargento Gerard me ha resultado un poco más desdibujado, como si todo el brillo se lo hubiera llevado la protagonista femenina. Y junto a ellos, aunque nunca en forma presencial, Dana Green, un personaje ausente y aún así perfectamente perfilado, una mujer con múltiples capas y oscuros secretos que iremos descubriendo a lo largo de la lectura.
La escritora es una novela muy ágil, llena de giros inesperados que te hacen querer leer más hasta llegar a un desenlace muy satisfactorio y coherente con todo lo leído. A través de un narrador omnisciente en tercera persona y con una prosa sencilla y desenfadada la trama se desarrolla a un ritmo adecuado con un buen equilibrio entre narración y diálogos, siendo estos uno de los puntos fuertes de la novelaya que resultan naturales y a través de ellos la autora hace gala de un sentido del humor y de una ironía que dibujan más de una sonrisa al lector. Pero al lado de esas sonrisas también encontramos momentos duros, no podía ser de otra forma en una novela negra, y es que Carmen Conde no escatima a la hora de darnos detalles en las numerosas descripciones de los crímenes con algunas escenas no aptas para los estómagos más delicados e incluso para los menos porque de hecho yo, que normalmente aguanto bien este tipo de cosas, en este caso en alguna ocasión me ha parecido que se ahondaba demasiado, en un grado para mí innecesario porque incluso sin tanto detalle se entiende el alcance y la crueldad de los crímenes narrados.
Creo que a todos los lectores empedernidos nos encanta leer sobre el mundillo literario, sobre libros y sobre escritores y de eso también vamos a encontrar mucho en La escritora donde la crítica hacia el sector está presente desde el inicio de la novela. Desde los libros por encargo pasando por las modas literarias por determinados géneros Carmen Conde, haciendo gala de nuevo del sentido del humor, no deja títere con cabeza y nos ofrece muchas claves de cómo se manipula y maneja por intereses empresariales.
En definitiva, La escritora me ha resultado una novela ágil, sencilla y entretenida, con una protagonista muy especial que conquista al lector desde las primeras páginas.