Cada forma de transmisión del conocimiento requiere de capacidades diferentes y exige una forma de pensar y de interpretar la realidad.
La representación gráfica y alegórica en forma de dibujos requiere de un apoyo oral que guíe en la interpretación. De otro modo jamás llegaremos a realizar una correcta interpretación de la intención del autor. Los bisontes de Altamira pueden ser deidades o una mera forma de contar avituallamiento.
En la tradición oral se requiere de memoria y repetición. Es falible en cuanto a que cada vez que se cuenta es una copia del anterior, con sus fallos que pueden ser perpetuados.
Gráfica y oral no requieren de formación previa de quien recibe el conocimiento. Puede ver y oír sin tener que adquirir capacidad específica para su interpretación.
La tradición escrita evita los errores de copia (más allá de los propios de la copia del libro, que también los hay y se remedió con imprenta y copia exacta), pero ahora si se requiere de la habilidad de saber leer e interpretar lo que se lee.
La escritura digital requiere de mayores habilidades. Acceso a internet, a herramientas de lectura, electricidad, saber digitación en teclado y el funcionamiento del aparato con que se interpreta. La información no es una mera copia sino que se puede actualizar, editar, diseñar. Viene acompañada de gran riqueza de sonidos, imágenes, audios, movimiento que ayudan a su interpretación. El handicap en este caso viene con la cantidad de información. Es demasiada para casi cualquiera.
Deja de ser importante saber dónde está un conocimiento concreto porque se tiene acceso al mismo con una simple búsqueda, pero es como buscar en millones de libros (algunos con faltas de ortografía pero otros con errores garrafales o información falta). Requiere ante todo un conocimiento muy profundo y la dimensión de interpretación se hace mucho más compleja.
Curiosamente la era de la digitalización y de mayor acceso a la información es posible también la era más inaccesible a quien no tienen un criterio y conocimientos previos. Hemos cambiado la forma de relacionarnos con el conocimiento y por tanto la epistemología debe revisarse teniendo en cuenta esta cuestión.