La Escritura Oculta En La Antigüedad, Los Orígenes De La Criptografía

La Criptografía en la Edad Antigua, principales métodos

La escritura oculta, o técnicamente, criptografía, ha estado presente desde los albores de la civilización, con el objetivo de mantener a buen recaudo el contenido del mensaje o incluso el propio mensaje a ojos indebidos. Pese a que en los inicios se usó de manera puntual, existen multitud de modos de encriptación, que se recogen en dos sistemas.

El sistema de transposición, por un lado, que consistía en cambiar de lugar letras o palabras y mezclarlas, para que el destinatario pudiera reordenar o recolocar mediante un sistema previamente convenido. Así se conocen, el escítalo, de origen espartano del s. V aC: una vara de madera en la que enrollar una tira de piel o cuero con el mensaje, el cual solo adquiría significado colocándolo en una vara de igual tamaño que debiera tener el destinatario.

El sistema de sustitución, por su parte, trataba de reemplazar las letras o grupos de letras del mensaje original, por otras que ocuparan una posicion diferente en el alfabeto, siguiendo un sistema elegido. Encontramos ejemplos desde fechas tan tempranas como el II milenio aC donde los sacerdotes egipcios sustituyeron parte del texto en jeroglífico por hierático, lenguaje no accesible para la población. En la misma linea, babilonios y asirios, solían cambiar letras cuneiformes de su escritura por otros símbolos, e incluso se encuentran dos modos de cifrado en el Kama-sutra, una, mediante la sustitución de letras por parejas previamente elegidas, y la otra, sustituyendo letras por otras de sonido similar. En textos hebreos, algunos nombres quedaban cifrados mediante el conocido atbash, en el que la primera letra de alfabeto quedaba sustituida por la última y sucesivamente. Polybios en el s. II ideó un sistema en el que se sustituían letras por números. Pero el más significativo es el sistema de Julio César, en el que las letras eran sustituidas por la tercera letra que le siguiera en el abecedario.

Otra técnica muy usada y relacionada muy de cerca con la criptografía, fue la estenografía, la ocultación del propio mensaje. Son conocidos los pañuelos de seda recubiertos de cera y escondidos dentro del cuerpo humano, las tablillas cuya escritura quedaba tras una capa de cera o escrito en la cabeza rapada de un mensajero cuyo contenido quedaba a salvo una vez le creciera el pelo. Y desde luego, las tintas simpáticas o tintas invisibles, conocidas desde s I aC mencionadas por Plinio el Viejo, que menciona el jugo de ciertas plantas y frutos en reacción con sulfato de cobre.

Estas técnicas, sencillas y elementales, lograron sin embargo, cumplir su función y servir de base para futuros desarrollos de otras formas cripgráficas, como el código morse, el navajo usado en la Segunda Guerra Mundial, hasta llegar a crear mediante algoritmos y protocolos los sistemas de seguridad en informática.

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Introducción a la criptografía: historia y actualidad. Jesús Javier Ortega Triguero, Miguel Ángel López Guerrero, Eugenio C. García del Castillo Crespo
The Codebreakers: The Story of Secret Writing. David Kahn