El mundo del multinivel es algo así como una esfera brillante que muchas veces es presentada como producto milagro: “¡Vengan aquí las mentes abiertas, dispuestas a ganar todo lo que valen!” Pero el éxito no está esperando detrás del pago de una membresía, por más atractivo que sea el plan de negocios (plan de compensaciones, esquema de pago de residuales) de tu compañía.
Me parece mala idea entrar al mundo del multinivel deslumbrado y una falta de ética deslumbrar a la gente para atraerle. Es como casarte locamente enamorada. El enamoramiento atonta. Hace falta estar algo enamorada para tener la emoción que te hace vibrar dando el paso de unir tu vida a la de otra persona; pero es realmente inconveniente dar ese paso mientras tus hormonas te tienen en Babia.
Hay que evaluar objetivamente una propuesta para crear expectativas realistas sobre ella. Para lograrlo, lo primero que hay que tener claro es la diferencia entre el discurso persuasivo y el informativo. Quien quiere convencerte de algo típicamente presenta la información de modo que resalte lo atractivo y se minimice lo no atractivo. Así pues, dos frases a las que un adulto responsable debe mirar con sospecha son: “es bien fácil” y “sin inversión”.
Cuando te dicen algo como: “es bien fácil: solo invita a cinco amigos que inviten a cinco amigos y listo, te vas para arriba”, apenas están empezando a contarte… Lo más normal es que tengas mucho más trabajo que el de invitar cinco amigos como quien los invita a su casa a tomar café Y YA. Tampoco basta con estar motivado porque eso no implica estar capacitado.
La frase “sin inversión” casi nunca significa que no vas a gastar absolutamente nada. Si bien, algunas compañías te ofrecen membresías sin costo o a un costo muy accesible e incluso te brindan material de apoyo gratis, si quieres ganar “dinero grande”, tarde o temprano, la actividad que realices te requerirá realizar gastos, al menos, comúnmente, poner saldo en el celular o gasolina en el coche.
¿Significa esto que las empresas multinivel son una estafa? No. Existen empresas multinivel sólidas con una historia que respalda su discurso (y concretamente sus ofrecimientos). Simplemente, hay que evaluar cuidadosamente cada propuesta, poniendo más atención a lo que necesitas saber que a lo que te quieren mostrar.