¿Es utópico pensar en que esta crisis consiga que España salga renovada y “reinventada” de esta crisis actual?
¿Qué es lo que nos puede ayudar la crisis a cambiar y renovar? Yo creo que muchas cosas; por ejemplo:
- A rebajar el absentismo
- A racionalizar los horarios de trabajo
- A dignificar la formación profesional
- A mejorar la educación infantil
- A racionalizar las universidades
- A racionalizar la sanidad
- A tomarnos el inglés en serio
- A acabar con el doblaje de las películas
- A valorar a los empresarios y a los emprendedores
- A hacernos más ahorradores
- A censurar a quienes viven del cuento, y no alabarlos
- A pedir cuentas a los políticos
- A no admitir los privilegios de los funcionarios
- A acabar con los privilegios en general
- A que sindicatos y empresarios se sinceren y se entiendan
- A censurar a los empleados gandules y tramposos
- A que no tengan futuro los empresarios tramposos y gandules
- A acabar (o al menos reducir) la corrupción en todos los niveles
- A aceptar de una vez por todas a la mujer en cualquier actividad, al mismo nivel que el hombre
- A aceptar el fracaso cuando alguien lo ha intentado honestamente
- A valorar la educación
- A organizar mejor el Estado
- A gestionar mejor las empresas
- A no dilapidar
- A no contaminar
- A valorar al turismo más si cabe
- A apostar por la industria
- A acabar con la especulación inmobiliaria salvaje
- A tener un sistema judicial eficiente
- A tener un sistema bancario más moderno, eficiente y transparente, en el que los bancos recuperen el sentido del servicio a las personas y las empresas
- A que los plazos de pago se racionalicen
- A que la morosidad se castigue debidamente
- A aceptar que sin Europa no somos nada
- A relativizar las opciones políticas
- A valorar la familia
- A valorar los amigos
- A valorar el trabajo bien hecho
- A no considerarnos menos que nadie, pero no pensar que las cosas se hacen sin esfuerzo
- A recuperar el espíritu de sacrificio
(y así seguiría sin parar)
Animo a mis lectores a sumarse a la lista.
Lo bueno es que, si lo consiguiéramos, en 2020 podríamos ser el país de moda en Europa y en el mundo. Podríamos contribuir a que Europa recuperase su puesto en la economía global, y que nuestros hijos y nietos vivieran una vida más equilibrada y más feliz.
¿Imposible? Yo creo que no. Pongamos todos estos deseos en nuestra árbol de Navidad o en nuestra carta a los Reyes Magos.