LA ESPECULACIÓN NO ES UN MERO PASATIEMPO.
En la base de los montajes más retorcidos hay siempre un activo real, un "sub-yacente" como dicen los corredores, un valor: el trabajo humano.
Cuando la pirámide se derrumba, alguien tiene que pagar.
Hacer trabajar a los pueblos para sostener a los bancos, es el sentido de los "planes de rigor" decretados por los gobiernos...
Como la alquimia, el comercio desbocado del dinero se asienta sobre el mito de la creación de riqueza "ex-nihilo": no se enmienda, no se regula, sólo se derrumba.
Pierre Rambert, en "Maniéres de Voir" Nº 119 pág.6 de "Le Monde Diplomatique", artículo titulado "Bâtisseurs de Ruines" [Constructores de Ruinas]