Ha pasado el "peligro". A estas alturas mi bebé ya es maduro. Es más, según me dice el médico está fenomenal. Qué gusto da oir cosas que muchas veces damos por hechas...
Yo también estoy bien, desde luego el resposo ayuda. Como me dijo también el médico, a veces el cuerpo nos manda avisos, y a veces no se puede con todo aunque queramos. Así que el reposo fue lo adecuado para que todo esté llegando a buen puerto.
Pero...como nunca estamos conformes, ahora me estoy empezando a impacientar, y no me importaría nada de nada que mi bebita se adelantara unos días. Tengo ganas de ver su carita y de poner por fin "hechos" a una espera tan larga y un embarazo tan pesadote.
Con la baja estoy disfrutando mucho de mi Chiquinini, de pasar mucho tiempo con él, y me doy cuenta de que estos son ya sus últimos días como hijo único. No sé cómo afrontará el cambio, pero sé que a largo plazo este es el mejor regalo que podemos hacerle.