Revista Religión

La espiritualidad sin fe puede ser peligrosa

Por Miguelangelgc @miguelangelgc

La espiritualidad sin fe puede ser peligrosa.
Un estudio de principios del dos mil trece de la British Jornal of Psychiatry aseguró que las personas que practican un cierto tipo de acercamiento espiritual sin ser creyentes en Algún ser superior pueden correr el riesgo de sufrir padecimientos mentales. 

Explico. Últimamente está muy de moda recurrir a prácticas ancestrales u orientales con el fin de alcanzar paz interior ante la abrumadora que en el siglo veintiuno ha resultado ser la vida en el día a día. Una de éstas maneras es la meditación o demás gestos que incitan -o pretenden- a alcanzar la paz. La mayoría de estos gestos persiguen cierto tipo de espiritualidad -algo que se dice es inherente al ser humano- pero sin la vinculación a lo religioso como tradicionalmente se entiende (a un dios) sino únicamente conectados o relacionados con su Yo pleno. Según el estudio ése tipo de personas son más propensas a desarrollar un trastorno mental, tener hábitos alimenticios anormales (como bulimia o anorexia) o incluso dependencia a las drogas, argumentó Michael King, profesor de la University College de Londres, investigador principal del proyecto. Para llegar a tan impresionantes afirmaciones se analizaron las entrevistas hechas a siete mil cuatrocientas tres personas quienes participaron en el tercer Estudio Nacional de Morbilidad Psiquiátrica en Inglaterra. El resultado de las drogas, la tendencia a, se debe a que entre los encuestados el cinco por ciento, solo espirituales, dijo que dependía de las drogas mientras que únicamente el dos por ciento de los religiosos se identificaron como dependientes. Por su parte, en cuestiones generales, el treinta y cinco por ciento de los entrevistados respondieron que tenían una comprensión religiosa de la vida, diecinueve por ciento solo espirituales -pero no religiosos- y el cuarenta y seis por ciento ni religioso ni espiritual. Ya si vemos el lado de la salud mental, las personas espirituales pero no religiosas eran más propensas a cualquier trastorno neurótico -mezclados con ansiedad, depresión- que quienes son religiosos. Curiosamente el diecinueve por ciento de los encuestados, espirituales, dijo tener un trastorno neurótico frente al quince por ciento de los religiosos.  Treinta por ciento de los entrevistados, asumiéndose como espirituales, confesó haber consumido drogas mientras que "apenas" el dieciséis de los religiosos lo reconoció; por su parte el dos por ciento de los religiosos se catalogó como dependiente contra el cinco por ciento de los espirituales. Para definir a las personas espirituales pero no religiosas en el estudio se ubicó a aquellos creyentes que no van a la iglesia, a ateos que creen ¿? en algún tipo de poder superior o quienes mezclan distintas creencias (por ejemplo: católicos que leen los horóscopos, etc.)Una de las cosas destacables del estudio es que se descubrió que el diecinueve por ciento de la población Británica es espiritual pero no religiosa contrastando con el treinta y tres por ciento de los estadounidenses que, en dos mil dos, se identificaron como tales. Frente a los no religiosos vs religiosos los resultados obtenidos fueron similares en cuanto a tendencia a padecer enfermedades mentales y/o dependencia a drogas por lo cual se concluyó que quienes son únicamente espirituales, que algunos expertos tachan por egoístas al ir contra de la "espiritualidad comunitaria", cargan con cierta predisposición a los padecimientos. 


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