Título original: The Duke's Perfect Wife
Editorial original: Berkley / Abril 2012
ISBN original: 0-425-24710-4
Editorial: Ediciones Pàmies, Phoebe / Abril 2013
Serie: 4º Hermanos Mackenzie
En la Inglaterra de 1884 los cuatro hermanos Mackenzie son ricos, poderosos, peligrosos, excéntricos y... escoceses. Los escándalos y rumores que les envuelven, las habladurías sobre sus amantes y sus oscuros apetitos, tienen alborotado a todo el país. Cualquier dama sabe que si es vista con uno de ellos perderá la reputación de inmediato.
Lady Eleanor Ramsay es la única que sabe toda la verdad sobre Hart Mackenzie. A pesar de que es la mujer que le rechazó y le dejó plantado prácticamente ante el altar hace ya mucho tiempo, él jamás ha podido arrancarla de su corazón.
Hart lo tiene todo: un ducado, riqueza, poder, influencias... Está acostumbrado a obtener lo que quiere. Todas las mujeres le desean; su habilidad como amante es legendaria. Pero Hart ha sacrificado mucho para mantener a salvo a sus hermanos, primero de su brutal padre y luego del resto del mundo. Y la vida le ha castigado por ello, robándole lo que más quería; algo de lo que, por desgracia, se dio cuenta cuando ya era demasiado tarde.
Ahora, Eleanor ha vuelto a aparecer en su vida. Se presenta ante su puerta con unas escandalosas fotografías. Intrigado por el desafío que lee en aquellos penetrantes ojos azules, y atraído por su encantadora determinación, se pregunta si su amor de juventud ha aparecido para llevarlo a la ruina... o para salvarlo.
Desde que se lee el primer libro de los Hermanos Mackenzie, La locura de lord Ian Mackenzie, se desea leer el libro de Hart, y creo que es algo que le pasa a todo el mundo. El duque es esa figura oscura que aparece en todos los demás libros de la saga, en la que apreciamos un algo esquivo que queremos, necesitamos conocer.
En el libro de lord Ian lo odiamos. Sí, empezamos odiando a Hart porque se opone a la relación de Ian con Beth, aunque hay un párrafo al final por el que le perdonamos todo y comienza a intrigarnos.
-Puedo manejar a la reina de Inglaterra. Puedo manipular al primer ministro Gladstone. Incluso puedo conseguir que la cámara de los Lores vote lo que a mí me conviene -Hart negó con la cabeza-, pero no puedo conseguir que lady Eleanor Ramsay haga lo que yo quiero.
A lo largo de los demás libros de la serie vamos teniendo diversas pinceladas de su dominante personalidad, al tiempo que intuimos sus pervertidas inclinaciones. También en esas entregas conocemos a Eleanor. Hay una escena en Los pecados de lord Cameron que hace que nos frotemos las manos de impaciencia. ¿Será Eleanor capaz de poner a Hart en su lugar?
Sí, sin duda. Lady Eleanor Ramsay es la esposa perfecta para el duque, como bien dice el título. Aunque yo iría un poco más allá y diría que Eleanor es la mujer perfecta para Hart. Punto. Solo ella -una mujer segura de sí misma y convencida de sus actos-, puede ser el ancla para un hombre como él, que oculta su inseguridad intentando dirigir a todos los que le rodean; que se ha pasado la juventud intentando huir de la dominación de su padre al tiempo que cuidaba de todos sus hermanos. Solo ella sabe realmente todo lo que ha hecho para protegerlos. La necesita porque ella le acepta como es, porque lo quiere a él, a Hart, no al duque de Kilmorgan. Con ella, el duque puede ser un hombre normal, mostrar sus debilidades como cualquiera.
Hart se queda prendado de Eleanor cuando la ve, doce años antes de que se desarrolle la acción. Aunque ella le deja cuando estaban a punto de pasar por el altar, ninguno de los dos puede olvidar al otro; de hecho, Hart ya hizo una velada declaración de intenciones al final del libro anterior y sabemos que va a ir a por ella. De lo que nos enteramos ahora es de que quiere poner a sus pies los triunfos que alcance en todas sus aspiraciones.
El inicio de su relación nos es relatado con diversos -recurso que ya utilizó la autora en la segunda entrega de la serie, flashback a lo largo del libro El escandaloso matrimonio de lady Isabella, y que domina a la perfección - así como con la lectura de diversas cartas que intercambiaron entonces; toda esta información la recibimos justo en el momento en que la necesitamos, porque Jennifer Ashley sigue en su línea: escribiendo de una manera magistral; haciéndonos sentir con sus palabras; consiguiendo que adoremos a sus personajes y que estos se proyecten más allá del papel.
Figura aparte, y secundario de lujo, es lord Ian, el hermano pequeño y debilidad más que confesa de Hart. Es él quien finalmente empuja a su dominante hermano mayor a los brazos del amor de su vida.
Sí, sin duda, La esposa perfecta para el duque ha satisfecho las altas expectativas que había puesto en él desde mucho antes de que fuera publicado. De lectura obligada.
NOTA: Aunque cada libro es independiente y se puede leer como tal, considero necesario leer La locura de lord Ian Mackenzie antes que este para entenderlo en su totalidad.