En septiembre de 1894 se echó a andar el tren de la Robla que durante décadas fue el mejor representante del potencial humano e industrial de esta tierra. Fue, como se ha dicho hasta la saciedad, el vehículo que sacaría el carbón de nuestras cuencas y en el que tuvo un papel fundamental el ingeniero guipuzcoano Mariano Zuaznávar.
En 1930, los Agentes de este Ferrocarril, inventan la Olla ferroviaria, que consistía en prepararse diariamente en determinadas paradas, comidas y cenas, pues los empleados tardaban a veces hasta quince días en poder regresar a sus domicilios. En esta estación se comía fundamentalmente cocido, sobre las trece horas. Los comensales pasaban a furgón despachándose un buen plato de sopa y de garbanzos en una cazuela de barro. Desde este punto, a la próxima parada en Salinas de Pisuerga, se iniciaron los primeros viajes experimentales que darían lugar al Ciclo-Rail, ambicioso proyecto turístico que pretendía la conservación de las estructuras en desuso y la potenciación del turismo en la zona. (95) El 19 de marzo de 2003, tras un convenio entre Ferrocarriles de Vía Estrecha (FEVE) y la Junta de Castilla y León, se reanudó el recorrido entre las provincias de León y Vizcaya como servicio de pasajeros. La falta de viajeros obliga a los responsables a apostar por los servicios turísticos alternativos en coches de lujo como El Transcantábrico o El Expreso de La Robla, con gran aceptación de clientes.
Municipio: Dehesa de Montejo
Distancias:
2,6 Kms. a Dehesa de Montejo
33,4 Kms. a Guardo -
3,5 Kms. a Cervera de Pisuerga
105,8 Kms. a Palencia
(95) Actas de los XV Cursos Monográficos sobre el Patrimonio Histórico: editado por José Manuel Iglesias Gil, Reinosa, 2004
Diario Palentino