La Estación del Año Influye en la Salud del Recién Nacido

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Los primeros meses de nuestra vida puede condicionar múltiples aspectos del individuo en el futuro, como la capacidad de visión, los hábitos alimenticios e incluso muchos aspectos de la personalidad.

Por ello, los científicos han supuesto que también puede existir una influencia de las condiciones ambientales que rodean los primeros meses de vida. De hecho, parece claro que hay factores que alteran la salud en función de la época del año en que nace el bebé, y se ha relacionado la estación del año en la que se nace con la aparición de ciertos desórdenes mentales que se desarrollan en la edad adulta.

En invierno la probabilidad de sufrir una enfermedad vírica por parte de la madre, y que repercuta en la salud del recién nacido, como la gripe, es mayor. También suele haber una menor ingesta de vitaminas y minerales que en verano o primavera, donde hay una mayor variedad disponible de frutas, verduras y hortalizas. Tampoco en esta época del año resulta fácil tomar el sol, por lo que se ve comprometida la síntesis de vitamina D y, en definitiva, la buena salud.

Un estudio realizado en el Reino Unido a partir de datos estadísticos de un gran número de personas, tanto sanas como con alteraciones mentales (como la esquizofrenia, el trastorno bipolar o la depresión crónica) observó ciertas tendencias al cruzar los datos de padecer o no la enfermedad y el mes de nacimiento: la depresión afectaba con mayor frecuencia a los que nacieron en mayo, mientras que la esquizofrenia y el desorden bipolar era más frecuente entre los nacidos en enero, y descendía cuando el nacimiento de producía en los meses de julio, agosto y septiembre.

La influencia de la estación del año en la que se nace se suma a otros muchos factores (socioeconómicos, ambientales, de educación) que influyen también en el desarrollo de problemas mentales.