Norelys Morales Aguilera.- Una investigación publicada por The Guardian cita un informe de la organización Cochrane, una entidad global sin fines de lucro a la que pertenecen 14.000 académicos, que finalmente obtuvo toda la información al analizar el medicamento Tamiflu de la farmacéutica Roche.
Roche, ocultó información vital sobre sus ensayos clínicos, pero se ha encontrado que el Tamiflu tiene poco o ningún impacto en las complicaciones de la infección de la gripe.
Tamiflu fue utilizado en 2009, comprado por los gobiernos y donado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) para combatir la epidemia de influenza AH1N1.
Sin embargo, lo más grave que destaca la investigación que tiene visos de escándalo, es el secreto que rodea a los ensayos clínicos de otras empresas de medicamentos, lo cual significa que hay mucho que se desconoce acerca de otras medicinas indicadas por profesionales.
También continúa la ocultación de sus datos y las farmacéuticas son propietarias de datos científicos con derecho a no revelarlos bajo la excusa del “secreto comercial”, entre otros tópicos éticos que incluyen el lucro y la corrupción y la fragilidad de instituciones que deberían velar por los enfermos en numerosos países.
La estafa del Tamiflú se puede repetir en este escenario.
La farmacéutica Roche ha emitido un comunicado de prensa pero no explica las razones por las que el medicamento se vendió para combatir la epidemia si no la cura.
Hoy se sabe que el miedo ante la perspectiva de una pandemia con AH1N1 lo prendió Estados Unidos durante el mandato de George Bush, cuyo Secretario de Defensa era Donald Rumsfeld, quien manejaba un laboratorio que desarrolló el Tamiflu.