La escultura de cinco metros, que durante un tiempo lució frente al museo Pompidou de París, fue comprada por el país de Medio Oriente. “Es una pieza impresionante y está realizada con el mismo estilo que las estatuas mitológicas griegas, pero ésta glorifica los defectos humanos. Demuestra que los futbolistas no son dioses, a pesar de que a veces los tratamos como tal”, expresó Jean Paul Engelen, director de arte público de Qatar.
Zinedine Zidane no es un Dios ni mucho menos. Sin embargo, su carrera deportiva acaricia la perfección. Zizou fue tres veces "Mejor jugador FIFA del año" (1998, 2000 y 2003) y ganó más de una docena de títulos, entre los que se destacan: un Mundial (con Francia) y dos Intercontinentales (con Juventus y Real Madrid). En su haber cuenta con tres cabezazos históricos en finales de Copas del Mundo... dos fueron goles, otro se transformó en estatua.