En el reciente secuestro del atunero vasco “Alakrana” ha tenido lugar un curioso incidente. Ricardo Blach, patrón del barco, ha relatado cómo los piratas que asaltaron la embarcación lanzaron al mar una imagen de la Virgen del Carmen -patrona de los marineros- que llevaban abordo. "Todos los barcos" -cuenta Ricardo- tienen una Virgen del Carmen, creo yo. La han cogido, la han tirado al agua. Nos dijeron: nosotros tiramos esto al agua, pero si os cogen aquéllos y os ven esto, os matan"; se referían los piratas a otro grupo de secuestradores que, a pocos metros de la zona, pretendieron abordar de nuevo el "Alakrana" una vez liberado.
¿Qué motivo habría para arrojar la imagen al mar o, dado el caso, para que los otros piratas ejecutasen a la tripulación por llevarla? La Virgen María (Maryam) es la mujer más venerada de los musulmanes, ya que es la única cuyo nombre es mencionado en el Corán; los demás nombres en este libro son exclusivamente masculinos. Por tanto, más que en un rechazo a la Virgen María, habría que pensar que el Islam, religión a la que supuestamente pertenecen los piratas, prohíbe la tenencia y veneración de imágenes religiosas. Sea como fuere, pienso en aquella película protagonizada por Robert de Niro y Sean Penn, "Nunca fuimos ángeles" (We're No Angels, 1989), en la que también se hunde en el agua un imagen de María, al tiempo que se realiza un milagro. Y estoy convencido de que, se haya pagado o no rescate, hubiera o no disparos, el manto de la Virgen del Carmen protegió a los marineros frente a aquellos "devotos" musulmanes. No en vano, María es desde el siglo XI, Stella Maris, la Estrella del mar.