La estupidez del hermano mayor de la Macarena

Ayer domingo, tras la finalización de misa de las ocho y media de la tarde, un tipo se encaramó en la peana del Gran Poder, una de las imágenes más veneradas de la Semana Santa de Sevilla obra del escultor Juan de Mesa, y comenzó a darle patadas a la imagen, le rasgó la túnica morada y le arrancó de cuajo un brazo.

Al individuo lo redujeron dos policías de paisano que se encontraban en la basílica escuchando misa. Al ser interrogado en la sacristía de la basílica dijo “el hijo de Dios soy yo” y cuando lo registraron descubrieron en su mochila un libro titulado “Los nombres de Cristo” y una placa de policía que no se sabe si es falsa o auténtica.

A falta de más datos para aclarar los hechos, todo parece indicar que no ha sido más que un acto vandálico realizado por alguien en no muy buenas condiciones mentales. Un enajenado que en un momento de crisis arrancó por ahí y le dio por fastidiar una imagen cuya valía es incalculable.

Todo se queda en eso, un caso anecdótico para las páginas de sucesos que trasciende dada la popularidad y veneración que goza la imagen en la ciudad.

Pero hete aquí que entonces a un periodista se le ocurre preguntar a los hermanos mayores de diferentes cofradías de Sevilla sobre el suceso, por aquello de contextualizar la noticia, y aparece el capillita que mete la gamba hasta el cuello.

Porque cuando le toca el turno a Manuel García, Hermano Mayor de la Macarena, esa insigne hermandad sevillana que consiente, con un acto que es todo un ejercicio de lógica y racionalidad en estado puro, que los restos de Queipo de Llano, el criminal de guerra, y su famoso fajín se encuentren acomodados bajo las bóvedas de la basílica, no se le ocurre otra cosa que decir que “Lo ocurrido con el Gran Poder es fiel reflejo de lo que sucede en la sociedad actual”. Y se queda tan pancho el tipo.

Si el autor de la barbarie parece no estar en sus cabales, éste no se queda atrás. Menos mal que no le dio por relacionarlo con que se está celebrando el Mundial de fútbol de Sudáfrica o con que el Betis no ha subido a primera, que si no vete a saber tú la burrada que podría haber salido de la boca de este irresponsable.

Lo que demuestra que alguien, por muy perturbado que esté, siempre encuentra la horma para su zapato.