Revista Opinión

La eterna e inútil discusión

Publicado el 25 julio 2018 por Carlosgu82

Este relato de ficción está dedicado a todos los que siguen pensando que un ser humano nunca llegó a la Luna. Está inspirado por Íker Casillas, que no cree en ello, o eso quiere que creamos, porque no me extrañaría nada que se estuviera quedando con todos nosotros.

No hay manera, es como hablar con una pared. Es como si mis palabras rebotaran contra un muro. Llevo años explicándole todo, rebatiendo sus absurdas ideas, pero no hay forma de hacerlo cambiar de opinión. Y es increíble que sea así, tan obtuso, tan cerrado. Una persona que se pasó casi cinco años estudiando la carrera de Derecho, y que no es capaz de entender lo más mínimo. Pero claro, es muy difícil combatir las ideas de alguien que se guía por teorías de la conspiración. No sé lo que le ha pasado. Antes no era así, antes era más abierto. Qué daño ha hecho ese foro al que lleva años enganchado.

Cuando le conocí me pareció un tipo bastante inteligente, alguien con el que hablar de cualquier cosa. Por eso nos hicimos amigos. Le gustaban las películas de ciencia ficción, igual que a mí, y era un apasionado de series como Expediente X, pero no pensé que esas aficiones pudieran trascender tanto en una persona como para dejarse manipular de una manera tan fácil. Menos mal que no le ha dado por meterse en una secta, qué si no…

Habló de mi amigo Íker. Es una persona agradable, pero en cuestiones como ésta se vuelve irascible e intransigente. Por cada dato contrastado que le doy, me responde con otra teoría más absurda. ¡Vaya discusiones que tenemos sobre algo que en realidad no nos atañe! Es curioso, pero cuando me dijo por primera vez que no creía que un ser humano había pisado la Luna, me hizo gracia. Pero ahora no me la hace. ¿Seré yo el que me he vuelto tan cerrado e intransigente?

Hace unos cuantos años, no recuerdo muy bien como, empezamos a hablar sobre los extraterrestres y todo ese tipo de historias. Le dije que creía que los seres humanos nunca llegaremos a conocer a otra civilización extraterrestre. Es algo bastante lógico si pensamos en las distancias que existen entre las estrellas. Si de verdad hay alguien más ahí afuera, ¡cómo demonios vamos a comunicarnos desde tan lejos! Y no solo eso, ¡es qué ni siquiera hablaremos el mismo lenguaje! Pero él no lo veía de esa forma. Es un tipo que defiende una idea hasta las últimas consecuencias. Me dijo que sí, que algún día veríamos un ser extraterrestre en nuestro planeta, pero no se limito a decirme solo eso. También cree que todos esos avistamientos de ovnis que se han denunciado a lo largo de las últimas cinco o seis décadas, son verdad, pero lo dijo matizando: él cree que esos fenómenos extraños eran simplemente pequeñas sondas que exploraban los planetas de cada estrella, como si fueran una avanzadilla exploradora que guiara a una civilización mayor. Imaginación no le falta, vaya, pero es que cuando Íker cree en algo así, no hay nadie que le haga cambiar de opinión.

Aquel día empezamos a discutir sobre el tema de los ovnis y los extraterrestres, y cuando le dije lo del hombre en la Luna, abrí la caja de los truenos. Me dijo que era como uno de esos sabelotodo que cree tener siempre la razón. Me dijo que no creía en todo aquello de la visita a la Luna, que fue todo un montaje. Me soltó un montón de teorías sobre lo que ocurrió allí. Lo de la bandera que ondeaba, lo de las sombras, lo de la oscuridad en el cielo lunar. Todas teorías que habían sido refutadas por personas que saben de lo que hablan. Para él era más lógico pensar cosas como que un director de cine reputado cedió su ingenio artístico para rodar un falso alunizaje, ¡qué fácil!

Y aquí seguimos con lo mismo. De vez en cuando sale la discusión a la luz. Volvemos a chocar, y no sé muy bien por qué. No debería permitir que pasara esto. Debería simplemente pasar de todo, dejar que siguiera en su mundo de la conspiración, pero no puedo pasarlo por alto. Tal vez sea como dice. Tal vez sea un sabelotodo que cree tener la razón, pero creo que al menos intento abrir un poco la mente. Soy de esa clase de personas que cree en la ciencia, porque la ciencia siempre busca respuestas, y siempre lo hace para buscar la verdad y no para alimentar una bola de conspiración.

F I N


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