Las noticias relacionadas con la producción tabacalera en Cuba podrían ser un nuevo capítulo de La Historia del Tabaco, esa especie de muela sin sustento de la que se burlan los cubanos todos los días.
Desde siempre hemos escuchado decir que Cuba tiene sed de exportar hacia los EE.UU dos de sus símbolos más preciados: el tabaco y el ron.
Unas horas después de la publicación de las nuevas medidas del presidente Obama para la flexibilización de las relaciones EE.UU – Cuba, se destaca que como parte de la importación de mercancías de origen cubano como equipaje acompañado para uso personal, la OFAC (Oficina de Control de Activos Extranjeros) elimina las limitaciones de valor monetario que los viajeros pueden importar de Cuba a los Estados Unidos, algo que al parecer como es de esperar para el gobierno de la isla no es convincente.
En otras palabras, se elimina la limitación de valor en productos como alcohol y tabaco, una medida histórica que la mayoría agradece, y a la que Cuba responde reconociendo en su Diario Oficial Granma el “descalabro del tabaco”.
No pasaron ni siquiera 24 horas e inmediatamente se evocó la crisis hasta entonces desconocida. No es el estilo de Granma el de destacar penurias. El lenguaje del diario es puramente triunfalista. Sin embargo aparecieron esta vez hasta datos oficiales. Dice Granma que en el sector tabacalero se contabiliza una afectación total de 129.595.346 dólares en un año.
Por su puesto que de esa cifra, 124.150.000 dólares se atribuyen a la imposibilidad de poder entrar con el producto comercialmente en EE.UU como consecuencia del embargo.
Otros perjuicios se deberían a “las importaciones de mercancías, materiales de empaque, auxiliares, piezas de repuestos y otros aprovisionamientos necesarios en la industria de cigarrillos y de tabacos mecanizados”.
En ninguna de las líneas se habla de ineficiencia, incumplimiento de planes, falta de estímulo entre los tabacaleros y claro está, nadie dice que la expropiación de las compañías por parte de los barbudos fumadores de la Sierra Maestra es todavía hoy una de esas medidas que condenó al tabaco cubano por más de medio siglo.
En fin, que ninguna medida basta cuando se trata de llorar miseria.
Con información de Granma y OFAC.
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