Elena F. Guiral
Todo va y todo viene. En una eterna vuelta cíclica Francia ha decidido canalizar de nuevo sus miserias hacia sus vecinos del sur, es decir España.
Desde que tengo uso de razón y siendo una niña me preguntaba por qué teníamos que perder nuestra fruta en la frontera. Ahora que ya la vida y la experiencia me han hecho intuir, solo intuir, las oscuras motivaciones de las actuaciones incorrectas tengo ya alguna que otra pista: Francia es incapaz de aceptar que su Grandeur se ha quedado a la altura física de Sarkozy.
Y la salida fácil es pagar tu rabia con quiénes te rodean. Mucho más provechoso para ellos sería aceptar que estás en horas bajas, hacer autocrítica y tomar medidas. Pero la salida fácil, tan fácil como inútil es tratar dar el mensaje de que sigues siendo el centro de Europa.En un acrobático gesto de comedia francesa, según informa la agencia AFP, la Comisión Europea recibió ayer lunes una petición del Gobierno francés de suspender urgentemente el cultivo en la UE del maíz transgénico MON810 desarrollado por el grupo
estadounidense Monsanto.
Recordemos que Francia había adoptado en febrero de 2008 una cláusula de salvaguarda
para prohibir el cultivo de este maíz en su territorio, pero la medida fue invalidada por la Corte de Justicia de Luxemburgo y el Consejo de Estado.
Así que el Gobierno francés, ni corto ni perezoso, practicando la común costumbre de “yo no me bajo del burro”, se ha vuelto más ambicioso y ha decidido que el MON 810, el único
maíz transgénico cultivado a día de hoy en Europa y principalmente en España, qué casualidad, con que cultiva el 85% de las hectáreas cultivadas en la UE, según recoge el último informe ISAAA sobre cultivos transgénicos en el mundo, debe desaparecer del mapa agrícola comunitario.
La nota de AFP recoge una cita de Frederic Vincent, portavoz del Comisario de Salud de la UE John Dalli “Acabamos de recibir una demanda del gobierno francés. Pide que se suspendan urgentemente las autorizaciones de cultivos de maíz OGM MON810 en toda la UE, y basa su solicitud en nuevos estudios científicos.Vamos a estudiar los datos y daremos nuestra respuesta en los plazos previstos”, añadió.
Me muero de curiosidad por saber qué tan relevantes y tan peligrosos datos se les han escapado hasta la fecha a los científicos de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria(EFSA). Y por no hablar de la Food and Drug Administration (FDA) de los EE.UU., donde hace más de una década se cultiva el MON 810 de forma masiva sin que se haya registrado ni un solo problema de salud derivado de su consumo como pienso animal.
Pues nada, esperaremos a que nuestros vecinos franceses iluminen al resto de ciudadanos comunitarios con su sapiencia y sus datos científicos de peso. Pero a ver si al final los “iluminados” van a ser ellos. Como me comentaba hace ya algunos años un técnico de la
asociación de los productores de maíz franceses (AGPM), que intentaron sin éxito durante años normalizar el cultivo de maíz Bt en el país galo, “el problema de Francia es que lleva largo tiempo recreándose en su propia decadencia”.