Revista Opinión

La eutanasia pediátrica en bélgica

Publicado el 01 septiembre 2014 por Alchavida
LA EUTANASIA PEDIÁTRICA EN BÉLGICAEn la revista JAMA (311, 1963-1964, 2014), el pasado mes de mayo, se publicó un artículo en el que se comentan diversos aspectos de la eutanasia pediátrica en Bélgica.
El 13 de febrero de 2014 el Parlamento belga aprobó una enmienda de la ley que regula la eutanasia en dicho país, con la finalidad de legalizar la eutanasia en niños que padecen enfermedades graves. La enmienda apoyada por la mayoría de los belgas permitirá la eutanasia de niños que sufren de forma permanente un dolor grave. Como pasa en todos los casos de eutanasia se requerirá el  consentimiento paterno y excluirá a los niños con discapacidad intelectual o enfermedades mentales y deberá tener la aprobación de un equipo médico multidisciplinario, que valorara detenidamente la capacidad mental de estos niños.
La aprobación de esta ley marca la culminación de una progresiva aceptación en Bélgica de la eutanasia. Hasta la fecha Holanda, Bélgica y Luxemburgo son los únicos países de la Unión Europea en los cuales la eutanasia es legal. En Bélgica la eutanasia de de adultos está legalizada desde mayo de 2002. Sin embargo no así la de los niños. En marzo de 2005 reconociendo que estaban aumentando las acciones eutanásicas en niños, sin la debida protección legal, médicos de la Universidad/> de Groningen publicaron un documento en el que se trataban de regular la eutanasia en los recién nacidos con problemas de discapacidad. Dicho documento es favorable a que la eutanasia activa sea legalizada en niños con un desesperanzado pronóstico que tienen un sufrimiento insoportable. El protocolo especifica que terminar con la vida de estos niños puede ser aceptable si se cumplen cuatro requisitos:
a) la presencia de un sufrimiento sin esperanza;
b) el consentimiento de ambos padres;
c) la consulta médica correspondiente;
 y d) que el procedimiento para terminar con la vida de estos niños sea acorde con los estándares médicos. En contraste con la ley belga, el protocolo de Groningen representa una forma de eutanasia activa, no voluntaria, en la que el paciente, el neonato no tiene capacidad para mostrar sus preferencias.
Puede decirse que la eutanasia de niños belga seria únicamente permisible para niños en estado terminal, próximos a la muerte y que experimentan un sufrimiento constante y no tratable. Esta situación se presenta en determinadas circunstancias, pero la solución debería ser médica y no eutanásica. También manifestaban los autores que todos los pacientes, incluidos los niños, deben tener acceso a unidades de cuidados paliativos, que aunque no siempre tienen respuesta para todos los problemas, sí que pueden contribuir a aligerar los sufrimientos de los pacientes y a ayudarles a morir.
Sea en adultos o en niños, la eutanasia nunca puede encontrar un soporte moral.


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