La crisis económica que nos está tocando vivir conlleva dolorosas consecuencias, en forma de desempleo, pobreza, desigualdades y precariedad en el empleo. Cada una de estas secuelas tiene, además, diversas implicaciones, puesto que no sólo afectan en el presente, sino que en muchos casos son situaciones que han venido para quedarse.
Desempleo
A pesar de las ligeras mejoras que muestra la tasa de desempleo, continúa siendo el principal problema de España. Nuestro país tiene tasas que duplican la media de la Unión Europea, y es una situación estructural. Cuando la coyuntura económica ha sido positiva y la tasa ha bajado en España del 10%, en Europa se reducía al 5%. Cuando en Europa asciende a más del 10%, aquí supera el 20%.
Los cambios en la legislación han afectado, además, a todo el ciclo laboral, no sólo a cómo están los trabajadores una vez que acceden a un puesto de trabajo, sino también a las condiciones de entrada en el mercado (aumento del trabajo a tiempo parcial, temporalidad..) y a las de salida (despidos más baratos, jubilación más tardía).
Pobreza
El riesgo de pobreza o exclusión supera el 30% de la población. En el completísimo dossier de EAPN (Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social) se puede observar, además, que existe una gran variación por Comunidades, desde el 9,7% de Navarra hasta el 41,5% de Extremadura.
Entidades como Cáritas o los bancos de alimentos están multiplicando su labor. El informe de la Fundación Foessa sobre exclusión y desarrollo social en España ofrece datos demoledores. Por ejemplo, apenas un 34,3% de los españoles vive con normalidad (hace 6 años, el 50,2%), mientras que un 40,6% se va hundiendo en la precariedad, el 24,2% sufre exclusión moderada y el 10,9% estaría en una situación de marginalidad severa.
Desigualdades
Las cifras del PIB mejoran ligeramente, y sin embargo, millones de españoles están en una situación dramática. Las cifras del índice Gini, que mide las desigualdades, se han disparado en nuestro país, situándose como el segundo más desigual de la Unión Europea. Mientras, el número de millonarios está aumentando en España.
Precariedad en el empleo
Tradicionalmente se ha hablado de la dualidad del mercado de trabajo en España, por las diferencias que hay entre los trabajadores «fijos» (con contrato indefinido) y los temporales. Ahora, se está creando una nueva categoría, los trabajadores a tiempo parcial.
La mejora de las cifras de empleo esconde otras realidades. El trabajo a tiempo parcial ha aumentado considerablemente, y aproximadamente la mitad de estos trabajadores preferirían tener uno de jornada completa. De esta manera, como algunos comentaristas han señalado, ha surgido la figura del «trabajador pobre», aquel que, a pesar de que tiene trabajo, no supera el umbral de la pobreza.
Además, el avance del trabajo a tiempo parcial tiene como consecuencia que, a pesar de que teóricamente se está creando empleo, el número de horas trabajadas en España ha descendido. Es decir, más que crearse empleo, se está repartiendo.
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Pablo Rodríguez es economista.
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