La historia de Obama al frente de la nación más poderosa del mundo es la de una popularidad en decadencia. El extraordinario movimiento generado durante la larga campaña electoral que precedió su elección ha ido decayendo con el tiempo y ahora su índice de aprobación se fija en el 45%. Si se cumplen las encuestas, los republicanos ganarán 50 nuevos escaños en la Cámara de Representantes y los demócratas podrían quedar con menos de 50 senadores. La marca Obama generó y sigue generando multitud de retratos. Lo que sigue es un pequeño ejemplo de lo que genera la figura del presidente de EEUU.
Obama encarnó como ningún otro candidato el sueño americano. Su equipo supo atribuir a Obama los mejores valores estadounidenses.
El extraordinario apoyo popular a un candidato nuevo y sorprendente, con aire fresco fue aprovechado por los mejores grafistas, que explotaron su imagen.
La expansión de la imagen utilizada en la campaña llegó a las calles, que reflejaron el sentir de un movimiento incipiente.
Muchos vieron en Obama el sueño de Luther King. Sin el empuje por los derechos civiles en la década de los 60 difícilmente hubiera sido posible la elección del primer presidente negro en 2008.
La 'obamamanía' dio lugar a retratos como este, en el que se le compara con el presidente Lincoln.
El demócrata Barack Obama obtuvo con 66,1 millones de votos la mayor cifra de sufragios de la historia de Estados Unidos. El porcentaje de votos alcanzados por Obama se situó en el 53% frente al 46% de su oponente, el republicano John McCain. Nunca habían acudido tantos electores a las urnas como en las elecciones de 2008, que registró un número total de votantes de 128,5 millones, 6,5 millones más que en 2004 y 23,5 más que en 2000. En cuanto a la participación, el porcentaje se situó en el 64,1%.
Obama logró la reforma del sistema sanitario y del sistema financiero. No obstante, aún no ha cumplido otras promesas electorales. Los hispanos exigen una reforma migratoria mientras que el presidente Obama no ha dado ningún paso en ese sentido.
La estrategia republicana ha sido clara desde el principio. "No, we can't", según palabras de Obama.
"Obama es socialista (comunista)", es el lema del Tea Party.
'Obamao'. La virulencia del movimiento ultraderechista del Tea Party no escatima en adjetivos calumniosos.
'Che Obama'. Las mil caras del presidente americano. También han circulado montajes que le ponen a la altura del Che Guevara. Algo poco adecuado en Norteamérica.
¿Hitler? Esta imagen ha sido frecuentemente utilizada en las marchas convocadas por el Tea Party.
El 18% de los americanos cree que Obama es musulmán. Más del 60% de los votantes cree que el país camina en la dirección equivocada.
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