Revista Coaching

La excelencia deportiva

Por Andrés Cuevas Mesa @acuevascoach

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La excelencia deportiva es un propósito que se encuentra en el seno de casi todos los deportistas. Es la cúspide mental y física de un deportista, el cual por medio de un entrenamiento pormenorizado y prolongado logra alcanzar una cota de éxito reseñable en el campo en donde se desenvuelve. Esto supone una fusión total entre lo mental y lo físico, ambos aspectos deben ir absolutamente conjuntados. En este post me gustaría comentarles ciertas claves indispensables para lograr que el deportista despliegue todo su potencial disponible en su interior, y sea capaz de alcanzar un nivel de desempeño adecuado en su área.

La actitud mental supone un pilar fundamental en el desarrollo global de un deportista. A menudo pensamos que ciertos deportes no requieren cualidades mentales específicas, y que el dominio de la técnica se erige como la principal protagonista entre el binomio mental-físico, no podríamos estar más equivocados. El desarrollo adecuado de la psique del deportista supone una tarea obligada y decisiva, para que la técnica pueda ser desplegada con corrección, acierto y naturalidad. Sin habilidades interiores específicas el alto rendimiento resulta imposible.

¿Como lograr esa anhelada conjunción entre mente-físico? La mente supone el “interruptor” de lo físico, resulta imposible desplegar el abanico de potencialidades físicas del deportista sin que antes el deportista crea y confíe mentalmente en que posee esas cualidades para desarrollar bien su labor. Es aquí en donde entra la labor del coach. Debemos generar conciencia y responsabilidad personal en el deportista, que él mismo sea capaz de ver las auto-limitaciones que su mente le pone a su desempeño. Encontrar ese pequeño saboteador (ego) que pone cortapisas y genera dudas sobre su rendimiento. Es imprescindible que el deportista detecte ese saboteador y escuche atentamente los mensajes que le dice, y cuales son las creencias o percepciones específicas del deportista que sustentan esos pensamientos.

Otro aspecto clave que debe adoptar el entrenador para que el deportista maximice su nivel, es hablar menos y observar más. Esto propicia una mayor intuición y creatividad en el deportista, ya que su mente se encuentra en mayor armonía con lo que sabe, y al no recibir “presiones” externas, el deportista encuentra los mecanismos necesarios para ejecutar correctamente la acción. Por ejemplo, en el tenis, diversos estudios psico-deportivos han comprobado que las instrucciones verbales continuadas disminuyen las probabilidades de que se produzca la corrección que el entrenador quiere. Cuando un tenista está en racha y totalmente concentrado no piensa en la acción que va a ejecutar, simplemente la lleva a cabo porque la “siente”. Va más allá del bullicio mental sobre donde, con que efecto y como tiene que colocar la bola, y en su lugar, visualiza la acción con determinación y la lleva a cabo correctamente porque su mente está en calma.

Resulta relevante ver como es la sintaxis y el vocabulario interno que tiene el deportista consigo mismo. Dentro de los deportistas se encuentran dos yoes, el yo que habla (número 1) y el yo que ejecuta (número 2). La relación que existe entre estos dos yoes es el factor principal para determinar nuestra capacidad para convertir nuestro conocimiento de la técnica en acción efectiva. La clave para mejorar reside en mejorar sustancialmente la relación entre estos dos yoes. Por ejemplo, si un jugador de tenis estrella el revés contra la red y el yo número 1 le dice “Erés un inútil, nunca aprenderás a mejorar el revés”, esto generará más tensión y mala coordinación muscular en el cuerpo del tenista. Esto socava la confianza del yo número 2, ya que la tensión aumenta con cada fallo. El resultado es que el revés empeora y la frustración crece.

Estas son algunas de las claves que debemos tener en cuenta para el alto desempeño del deportista. Mejorando estos aspectos mentales produciremos una confianza y una seguridad superiores en el deportista que le ayudarán sustancialmente a elevar el nivel en momentos de dificultad y de presión. Al fin y al cabo, es en estos momentos en donde se demuestra la maestría y el nivel diferenciador con respecto a otros competidores. Aquí es en donde se forja el deportista élite de primer nivel.

¡Que tengáis un magnífico fin de semana y realizar vuestro desempeño con pasión!

“Un atleta no puede correr con dinero en los bolsillos. Debe hacerlo con fe en su corazón y sueños en su cabeza” (Emil Zatopek)

PD: Os adjunto un video-post en el que hablo de la importancia de las creencias y la relevancia que tienen en nuestra vida diaria.


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