Imaginemos estando en un punto inicial en el que no existe el término religión posado en la sociedad humana. Visualice a cada persona en la tierra sin la motivación de buscar respuestas que trascienden hasta un ser celestial, elimine por completo de la historia de nuestra civilización global los escritos sagrados que fueron surgiendo en todas las culturas junto con sus diferentes interpretaciones. A partir aquí todas las doctrinas religiosas que intentan darle significado a la vida, el pasado y futuro basado en creencias no existe más.

¿Qué es una creencia?
Una persona estrictamente atea muy seguramente al iniciar la lectura de este artículo va a fantasear con el mundo que él cree que sería el mejor, es decir sin una pizca de religión, se vería a sí mismo con la visión verdadera de perfección. Al otro extremo estaría aquel religioso radical, al cual lo veo declarando que el origen de cada palabra en este texto viene por inspiración del mismo Jaldabaoth; dirá que es una herejía forjada en un roca del infierno. La reacción descrita de estos dos personajes se da por la influencia de sus propias creencias. He ahí el verdadero problema.
Es importante ver el error de considerar a la religión como la madre de todos los males, muchos ateos van alegando por ahí. Veamos, todo sistema, religioso o no, basado en creencias es lo que ha causado los conflictos a lo largo de toda la historia. En ningún momento fué la religión como tal, sino las diferentes interpretaciones subjetivas que hacen concebir creencias. Por ejemplo, Martín Lutero leyendo a su modo las escrituras bíblicas, creó otra corriente cristiana, iniciando así un conflicto con la Iglesia Católica. Esto se repite una y otra vez, dos o más grupos de muchedumbre con diferente doctrina se va a enfrentar hasta la muerte, creyendo que uno o el otro tiene la verdad absoluta.
Existe la regla de oro, un principio que no se presta para interpretaciones, ni teorías de lo que significa.
Dicha regla la comparten en común las diferentes religiones, incluso para un ateo es una base moral lógica: “No hagas al prójimo lo que no te gustaría que te hicieran”. ¿Qué sucedería si todas las religiones (o ideologías seculares) simplificarán sus doctrinas y diferentes interpretaciones en solamente este principio?