Hace años tome de forma burlona el dormir en la calle, decía que nunca tendría que vivirlo y años despues por cosas de la vida no me quedo de otra, de ahí que creo en el dicho: "Nunca digas de esta agua no beberé"
Revista Viajes
De las cosas que he hecho y en mi vida jamas pense que lo haria alguna vez, ha sido mendigar y dormir en la calle, ambas experiencias han sido de las cosas mas difíciles que he hecho y espero no tener que volver a hacer en vida, mendigar en lo particular es cosa de vencer la pena y el miedo, en darse cuenta que no hay nada que perder y en ser agradecido con lo que te dan, pero hablemos del dormir en la calle.En diciembre es invierno en Corea, las temperaturas son menores a los 0 grados y aun con buen abrigo el frio es muy fuerte, sobretodo para un latino acostumbrado al clima tropical, aquella noche había llegado a Seúl, tenia que estar unas horas llegue a las 18:00 horas y me iba hasta el día siguiente en la mañana, como me iba en la mañana y no podía recorrer la ciudad en la mañana temprano tenía que hacerlo en la noche, mire que algunas atracciones del centro de la ciudad como la Torre Seúl cerraban en la hasta las 23:00 por lo cual decidí recorrer la ciudad en la noche aun con el frio que hacia.Me di la vuelta por la ciudad recorrí ya torre y ya iba tomar el metro para ir al aeropuerto, pero paseando por las calles vi un barrio en el cual el comercio estaba abierto normalmente tal como a cualquier hora del día, por lo cual decidi darme un vuelta mas, mire cosas de Corea, disfrute mirando tiendas de toda clase y la decoración de las calles, cuando acabe de recorrer la ciudad eran las 01:00 de la madrugada, fui al metro para ir al aeropuerto, cuando me encuentro con la sorpresa de que los servicios del metro estaban cerrados, que hasta las 05:00 habia servicio, yo al no tener plata para pagar un hospedaje y la otra que era por tan pocas horas, pensé en dormir en el metro, pero los funcionarios no me dejaron hacerlo, era su deber que saliera de la estación, no me quedaba de otra que quedarme al lado de la estación esperando a que abrieran para continuar con mi viaje.Tuve suerte de que en la zona donde tuve que esperar, había una habitante de la calle durmiendo, el señor con varias cajas de cartón se había hecho una cama y paredes para que el frío no le diera duro, entre sus cosas tenía varias cobijas, yo estaba ay sentado sin decir nada, tratando de dormir en medio de ese frío, estaba tosiendo un poco pero trataba de no hacerlo fuerte para no despertar al señor, aun asi el se desperto, me miro y muy amablemente aun sin que hablaramos el mismo idioma me ofreció una cobija para abrigarme, la ver me ayudó mucho sin ella lo mas seguro es que ese frio me habia quemado bastante, pues aun con ella uno de mis brazos del frío que absorbió me duro doliendo durante 3 días y los dedos de mis pies me ardian bastante, me tocaba pisarlos mutuamente constantemente para que no me dolieran, en ese tiempo tenia cortos sueños en ese piso con el frío del invierno y la noche, cuando por fin eran las 05:00 me levante, le devolvi la cobija al habitante de calle, le di un billete colombiano (siempre he tenido la creencia de que cargar dinero extranjero es de buena suerte), le agradecí y continué mi camino rumbo al aeropuerto.Por fortuna mi dormida en la calle fue por solo 4 horas y fue en un país donde la delincuencia es mucho menor en comparación a la de paises latinos, pero todo mochilero debe ser consciente de que en algún momento le puede tocar dormir en la calle y debe estar preparado para lo mismo, por lo cual no esta demas cargar con buen abrigo o una manta, tambien cuando se duerme en la calle es bueno buscar sitios iluminados, con presencia de alguna clase de seguridad y finalmente dormir en la calle se hace porque no hay como pagar o conseguir un hospedaje, pues dormir en la calle es un riesgo muy alto, uno se expone a que lo roben y a enfermarse por el frío o el sereno, por lo cual si se dispone de dinero aun si nos sale algo costoso, es mejor tratar de buscar un hospedaje, es mejor gasta en un gasto imprevisto que perderlo todo por tacañez.
Sobre el autor
Galicamilo Camilo Galindo Castelblanco
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