La diferencia entre vender un producto al día, diez, veinte o cien puede deberse a algo tan simple a primera vista como la experiencia que ofrece tu tienda en línea al usuario cuando está navegando a través de ella. Y no, no solo se me refiero a combinación de colores, iconos, contadores de productos, menús, etcétera, sino de facilitar los flujos de navegación entre pantallas. Y además, facilitar las interacciones con cada pantalla.
Por supuesto, facilitar estas interacciones con la interfaz de usuario (UI) requiere ponerte en los zapatos de este; es decir, tomar el celular y la computadora e intentar realizar una compra. Y si tu presupuesto lo permite, modelar y reunir un grupo de personas similares al avatar de tus posibles audiencias y pedir que realicen una compra dentro de la tienda. Para que luego estos mismos actores expongan sus dificultades, retroalimenten con opiniones útiles y enumeren las fricciones encontradas.
Claro que lo anterior es solo una de las posibles soluciones para mejorar la experiencia del usuario en tu tienda en línea; no obstante, por alguna parte debes empezar. Así como comenté en mi publicación pasada «Optimización web: 7 pasos cruciales para optimizar el desempeño de tu web«, invertir en optimizar la parte técnica de tu sitio no solo te ayudará a ahorrar dinero, sino que será el motor para generar ganancias importantes a mediano y largo plazo.
Si tienes una tienda en línea y necesitas asesoría profesional para mejorar el desempeño técnico de esta, haz clic aquí para comunicarte conmigo.