El concepto de experiencia turística se extiende a lo largo y ancho de la promoción y comercialización de servicios turísticos en internet. Ya no viajamos solamente para tomar el sol, para disfrutar de una café al lado de la Plaza Mayor o por hacernos un selfie delante de la Torre de Pisa, sino que viajamos por un producto completo que los que nos dedicamos al marketing turístico nos obsesionamos en acuñar como experiencia turística. La señal se amplifica y el proceso empieza en el mismo momento que se nos enciende la bombilla y pensamos que nos encantaría conocer un sitio, y no acaba cuando llegamos con las maletas y los imanes para el frigorífico, es posible que esa experiencia se extienda hasta el infinito y nos acompañe a lo largo de toda nuestra vida.
Una vez tengamos claro que viajar es una cadena llena de eslabones, debemos de partir de la base que el resto de elementos, agentes, viajeros, contexto, actualidad política..., todo incide o puede incidir en la satisfacción de la "experiencia" de alguien que como tú busca un viaje, disfruta en ese mismo momento del mismo hotel que tú o que hace un año dejó una opinión en Tripadvisor y condiciona tu decisión. El viaje se ha convertido en un conjunto con muchas ramificaciones en los que muchos elementos juegan un papel importante no solo en una experiencia propia, sino en la del turista que llevamos sentado al lado en el avión.
En relación a este concepto de interrelación de elementos y de responsabilidad sobre la experiencia de otros viajeros, me ha parecido muy interesante la campaña que en relación a los peregrinos y su responsabilidad por tener el Camino de Santiago limpio se lanza desde Ecoembes la Junta de Castilla y León y la Xunta de Galicia.
La campaña "Camino de la Colaboración Camino del Reciclaje " se centra en la sensibilización de los peregrinos y como la solidaridad de cuidar el camino es clave para que el resto de personas pueda disfrutarlo al igual que uno mismo. El proyecto se lleva a cabo a través de la colaboración de los diferentes albergues que el peregrino encuentra en diferentes zonas del Camino de Santiago. Consiste en la colocación de papeleras para envases de plástico, latas y briks (amarillas) y envases de papel y cartón (azules), carteles con didáctica para saber qué depositar en cada uno de ellos y un kit de regalo para los peregrinos que formen parte de la campaña.
Además, y para animar a todos los peregrinos a participar se ha habilitado una web donde podrán subir a través de sus cuentas de Twitter y de Instragram, con el hashtag #EcoPeregrino y el correspondiente a la provincia (#Burgos, #Palencia, #León, #Acoruña y #Lugo), las imágenes de los paisajes y momentos del Camino que quieren conservar para futuras generaciones y que necesita del cuidado y la colaboración de todos los que a diario recorren el Camino.
Proyectos de este tipo desarrollan concienciación por parte de los viajeros sobre el medio ambiente y sobre la responsabilidad que como turistas tenemos en el disfrute de otros viajeros. El proyecto está apoyado desde 5 provincias (Burgos, Palencia, León, Lugo y A Coruña), casi 400 km de recorrido, y más de 250 albergues que con su ayuda potencian destinos sostenibles y sensibilizados tanto por el medio ambiente como por el propio turismo.