La 'expropiación alimentaria' del SAT: el cuento del verano

Hay que ser bobo o tonto del culo para llamar a un simple robo, 'expropiación alimentaria' o lo que es lo mismo: no hay que estar en los cabales para agredir a trabajadores para expropiar alimentos. El cuento del verano ya lo tiene aquí su majestad en el cuento de la demagogia Sánchez Gordillo. 
Si quiere usted alimentos expropiados para sus supuestos pobres que ni encuentran trabajo hable usted con su jefe Valderas, ese señor que por una vicepresidencia andaluza, pantalones en los tobillos, olvida las promesas previas de las elecciones sobre el dinero de los desempleados andaluces ERE, empleados en coca y putas. Menos lobos caperucita y menos cuentos de verano, Sindicato andaluz de los Trabajadores, más cuento que callejas.