Llevaba tiempo con una serie de lecturas entre buenas y muy buenas y parece que ya tocaba una que no me convenciese. En este caso, el libro es una novela juvenil, el primer trabajo de su autora. Tenía todo lo necesario para encantarme y, de hecho, la mayoría de reseñas que encontraréis en la red si os ponéis a buscar lo ponen de maravilla. En cambio, a mí, me ha dejado muy fría.
Argumento
Ava Lavender nació en 1944 con alas. Algo tan extraño y tan maravilloso no era la primera rareza que hacía acto de presencia en su familia. También nació junto a ella su mellizo, Henry, que aunque no tenía alas, no emitió ningún sonido hasta años después.
Desde su bisabuela hasta su propia madre, todas las mujeres de su familia han tenido vidas complicadas en la que la magia, de un modo u otro, las ha acompañado. A través de sus voces y a lo largo de algo más de medio siglo de historia, seguimos una estela de corazones rotos, deseos traicionados y ocasiones fugaces. Ava comparte un sueño con las mujeres que la han precedido: encontrar el amor verdadero. Tal vez ella sea la primera en poder conjurar la fatalidad y huir de las rejas del desamor.
Reseña
El libro está planteado como una investigación en que Ava, a partir de 1974, empieza a bucear en los registros sobre su sonado nacimiento y, posteriormente, amplía para conocer las historias de sus antecesoras además de contar sus recuerdos de juventud. Se supone que es una investigación que dilata en el tiempo, que la abandona y vuelve a ella cada cierto tiempo, porque el prólogo, que cuenta todo esto, termina firmado por ella en 2014. Me parece un planteamiento un poco cogido con pinzas porque por mucha investigación que hiciese o incluso por lo que su abuela le pudiese contar (si suponemos que para 1974, cuando empieza con esto, seguía viva y con sus recuerdos intactos, habiendo nacido en 1904), no termino de creerme que fuese posible recopilar tantos detalles. Pero bueno, aceptamos pulpo como animal de compañía.
Puedo entender por qué a tanta gente le ha gustado, le ha encantado incluso, esta historia, pues tiene los elementos para hacerlo. Se trata del retrato de varias generaciones de mujeres de una familia, desde los primeros años del S.XX en Francia hasta que Ava es adolescente en EE.UU., en 1959. Y todo esto salpimentado con elementos de realismo mágico. Sin embargo, y aunque ya hace años que lo leí y recuerdo poca cosa, no me he podido quitar de la mente La casa de los espíritus, de Isabel Allende. Siendo tan similar en sus elementos, el resultado es muchísimo más pobre.
Para empezar, con todo lo convulsa e intensa que fue la primera mitad del S.XX, apenas tiene relevancia nada de lo que sucedió. Se menciona el hundimiento del Titanic y las dos guerras mundiales, pero su trascendencia es nula en la historia. También se mencionan las manifestaciones sufragistas, pero resultan despreciadas por la bisabuela de Ava, que fue quien se las encontró al llegar de Francia. Se dice: "la lengua inglesa le parecía áspera y fea, y las mujeres estadounidenses, unas desvergonzadas que se dedicaban a manifestarse por las calles con vestidos y fajas blancas para exigir su absurdo derecho al voto". Y esto, que en sí es anecdótico, refleja lo poco combativas que van a ser las mujeres de esta historia, todas derribadas por desengaños amorosos y pérdidas, sin que las atraviese nada que se salga de la esfera personal.
Luego, también hay que decir que se queda un tanto corto. Son unas 300 páginas para contar principalmente tres vidas (Ava, su madre y su abuela) además de las experiencias de otros familiares y amigos. Y aunque Ava es la protagonista, la historia principal que se desarrolla a lo largo de sus páginas es la de su madre, Viviane. El nacimiento de Ava no se produce hasta pasado un tercio del libro y aún tarda unas pocas más en ser protagonista.
En cuanto a lo de las alas, como estamos en el género del "realismo mágico", no esperéis ninguna explicación. Recuerdo el manga Flock of angels en que a la gente normal le empezaban a salir alas, pero la causa era conocida. Ahí se veían los diferentes enfoques del tema y reacciones de la gente. Aquí queda un tanto desaprovechado, además de con cierta incongruencia importante: [Destripes] Al nacer, los médicos no le podían quitar las alas porque el entramado de nervios, músculos, huesos y vasos sanguíneos era tan complejo que su vida estaría en riesgo. Y sin embargo, un chalado le amputa las alas a base de hachazos y no sólo no le quedan secuelas sino que le vuelven a salir alas, ahora blancas con las que sí puede volar [Fin de los destripes]. Aparte del poco sentido de esta incongruencia, no me termina de gustar la metáfora que implica todo ese episodio. [Destripes] ¿La violación y posterior amputación de las alas para que le salgan las blancas con las que sí puede volar es una metáfora de ella volviéndose adulta tras el trauma? [Fin de los destripes]. Es todo muy oscuro y triste.
El libro, en general, resulta muy deprimente. La tragedia va golpeando miembro a miembro a esta familia hasta un desenlace en que se enmienda para cerrar la historia medianamente bien. Sin embargo, todo lo anterior es... demasiado. Asesinatos, suicidio, traiciones, violación (demasiado gráfica y brutal)... Si al menos esto se contrarrestase con personajes interesantes y bonitos lazos de amor familiar, pues tendría un sentido, pero no me ha parecido el caso. [Destripes] A pesar del amor de sus hijos, la bisabuela se "desvanece" tras perder a su marido; ante las malas experiencias amorosas y las pérdidas, la abuela se vuelve fría y desapegada; la madre, traicionada por su amor, se encierra en casa y Ava tiene más relación con una amiga que con ningún miembro de su familia [Fin de los destripes]. Tiene que suceder un hecho trágico al final de la historia para que la familia se recomponga.
A pesar de tantas desgracias, o quizás por ese exceso, el libro me ha dejado fría. No he conectado con los personajes y sus problemas. Y ya no es sólo las historias de las protagonistas, hay dramas de secundarios tan bestiales como que [Destripes] un personaje, cuya madre les mantiene a ambos siendo prostituta, es asesinada por uno de sus clientes y con apenas 10 años se debe buscar la vida [Fin de los destripes]. De todos modos, entre los secundarios están los mejores personajes frente a las protagonistas: Gabe, un tipo enorme y muy amable que se desvive por la familia; Cardigan, la mejor amiga de Ava (aunque tiene cierto momento en que se le va la pinza); Rowe, el hermano tartamudo y adorable de ésta o Wilhelmina, una nativa americana lista y amable.
Sí que es cierto que el libro tiene escenas muy bonitas, los elementos mágicos (fantasmas, transformaciones, peculiares dones, las alas de Ava...), algunos realmente extraños, le dan un toque especial y la prosa de la autora es preciosa, dejando varias frases para recordar. La pega al estilo que hay que ponerle es que por momentos es un tanto vaga y resulta confuso lo que está contando.
Podemos dejar aquí la reseña. La novela son unas 300 páginas que recopilan desgracias con elementos mágicos y reflexiones alrededor del amor. No se hace aburrido, de hecho, me lo leí en un único día de calor bochornoso y entretiene. Lástima no haber podido conectar con la historia y sus personajes como tanta gente ha hecho.