No es circunstancial que hable de un tipo de esta calaña. No por él, que merecería estar en el ostracismo o, mejor aún, en la cárcel por el delito de apología al racismo, sino por lo que representa, el exacerbado racismo que se está cultivando en España.
Este tipejo llamado Anglada, concejal del Vic, al que recuerdo que ridiculizó El Follonero en un programa, es un ultraderechista que pretende ser el nuevo Matamoros y comanda un partido político denominado Plataforma per Catalunya. Un xenófobo que no se esconde y que pretende seguir los pasos de otros políticos europeos de su misma ralea.
Bueno, pues este politicastro presentó un libro suyo –¡puaff!— y convirtió el acto en un mitin xenófobo de primera magnitud.
Fíjense quienes estaban en la misma cuadrilla: García Serrano –aquel tertuliano que insultó gravemente a la consejera de Sanidad de la Generalitat, Marina Geli, y razón por la cual fue ascendido a presentador del Telediario en Intereconomía —, el nieto de Blas Piñar –un político más franquista que Franco—, Neira –ya saben y conocen su calaña—, Miguel Bernat –presidente del sindicato ultraderechista Manos Limpias— y algunos más que se acercaron por allí.
Esta gentuza, había hasta 300 personas, aplaudió a rabiar a su nuevo líder “Anglada” cuyo único mérito es decir lo que todos ellos piensan y muchos no se atreven. Y he aquí algunas de sus frases:
"Nos va a tocar a los valientes expulsar a los musulmanes de nuestro país"
"Un moro por el simple hecho de hablar en nuestra lengua podría convertirse en catalán... Y yo digo que nada de eso, ¡que un musulmán siempre será un musulmán!
"Aquí ya no cabe ni un solo inmigrante más, hay que expulsar de una vez por todas a todos los inmigrantes ilegales"
Gracioso, ¿verdad? Para partirse de risa. Y es que aquí tenemos al mundo batasuno presionado, arrinconado, ilegalizado, cuando pretenden volver a la normalidad política y están haciendo llamamientos para que ETA abandone la lucha armada y, sin embargo, los grupos de extrema derecha, racistas, cada vez más crecidos, con las puertas abiertas lanzando sus mensajes provocadores, xenófobos y antidemocráticos por doquier, sin que nadie intervenga contra ellos en aras de una convivencia necesaria.
Por cierto algunos líderes del Partido Popular en Cataluña han demostrado tener mensajes parecidos. Tal el es caso claro de García-Albiol.
Que yo sepa la incitación a la xenofobia es un delito, y esta gente campa por sus lares lanzando mensajes peligrosos y que se extienden como el aceite. Si esto no se corta, simplemente aplicando la ley, veremos crecer estos grupos como ha ocurrido en Francia, Holanda, Dinamarca o la misma Suecia que es lo que ellos pretenden. Un caldo de cultivo que en época de crisis tiende a hervir con gran facilidad. Si el fiscal general o el ministerio del Interior, no hacen algo por poner en su sitio a estos grupúsculos desalmados –ojalá que me equivoque— lo lamentaremos. Y si no, al tiempo.
Salud y República
