Necesitamos comprender el Universo. El Mundo. Necesitamos tener una explicación que nos satisfaga sobre todo lo que nos rodea y sentimos. Y para conseguir esa explicación recurrimos a cualquier tipo de narrativa que nos dé una coherente interpretación de los hechos, e incluso, en muchas ocasiones, ni importa si es coherente o no esa interpretación. Intentamos negar el hecho de la influencia del azar a toda costa, o transformarlo en tabú si es necesario. El azar no nos sirve como explicación del Universo, ni siquiera del Mundo, ni mucho menos como recurso de la propia Naturaleza. ¿Les viene eso de que la Naturaleza es sabia? No podemos admitir que fuera de otra manera, por muy esotérica que nos parezca en ciertos momentos sus procedimientos. Cuanto menos datos tengamos de una circunstancia, mejor será nuestra inventiva narrativa para explicar las causas por la que ocurren los hechos. Pero la estadística aplicada a ciertos campos de expertos en predicciones sobre el futuro, como inversores, ojeadores deportivos o analistas de cualquier área, demuestra que los porcentajes de aciertos en las previsiones no superan el índice de probabilidad del azar. Intentamos explicar el éxito o fracaso de cualquier actividad eliminando de ella el parámetro de la suerte, y para ello recurrimos a paralelismos de logros supuestamente objetivos que refuerzan nuestra narrativa cognitiva. Creemos que seleccionamos bien a un candidato si hemos aplicado supuestos profesionales en los que destacan los aspirantes, pero en realidad, no puede predecirse si en situaciones reales se comportarán como se ha predicho. De hecho, no ocurre más allá de la probabilidad natural de que ocurra. Y sin embargo, y a pesar de tener esos conocimientos sobre la falacia narrativa, seguimos utilizamos los mismos procesos de selección contrarios a la estadística sobre resultados. Es un proceso inevitable para la mente huamana. El efecto del pensamiento sistemático Moneyball nos muestra dicho proceso de análisis y la importancia del Big Data en la actualidad en cuanto al procesamiento de la información. Se está perdiendo el remanticismo lógico.