Revista Opinión

La falsa democracia debe morir; viva la meritocracia

Publicado el 22 julio 2018 por Franky
No hay democracia. Democracia significa "el gobierno del pueblo" y aquí solo hay poder de las élites de los partidos. Es un sistema representativo al que llaman democracia, pero que no lo es en modo alguno porque el pueblo no solo no manda sino que el sistema está ideado para suplantarlo y eliminar toda su influencia. Si los políticos que han usurpado y prostituido el sistema quisieran, el poder del pueblo y la democracia podían ser fácilmente restablecidos y lograrían, gracias a las nuevas tecnologías, algo parecido a lo que existía en la Atenas clásica que inventó la democracia, donde los ciudadanos mandaban sin interferencia ni mediación alguna de partidos políticos. Bastaría con establecer un sistema de consulta permanente para saber lo que piensa y desean los ciudadanos, pero a los políticos no les interesa porque quieren ser ellos y solo ellos los que tomen las decisiones, casi siempre en contra de la voluntad popular. Dicen como excusa que el poder del pueblo es imposible y que la única vía para tener democracia es la representativa, pero eso es una rotunda mentira interesada. No elegimos a los que nos representan sino a los que usurpan esa representación y solo representan a sus partidos y a ellos mismos. --- La falsa democracia debe morir; viva la meritocracia El sistema al que llaman democracia, que no es otra cosa que un sistema que elige a representantes perteneciente a partidos políticos, que son más fieles a sus organizaciones que a los ciudadanos, está obsoleto y ha demostratrado hasta la saciedad que es inútil e injusto. De la vieja democracia que funcionó en la Atenas clásica hace más de 2.000 años, sólo le queda el nombre. El sistema vigente sólo produce mediocres y gente escasa de valores que, sin merecerlo, alcanza la cúspide del poder. Ya va siendo hora de que evolucionemos y nos demos cuenta que estamos gobernados por un sistema que sólo tiene de bueno el nombre y que representa una estafa en toda regla porque es uno de los que más marginan e ignoran al pueblo en toda la historia de la política.

La humanidad debería avanzar un poco y abandonar la estupidez ¿Acaso un médico o un piloto o un científico se eligen democraticamente? ¿Cómo se puede elegir a una cosa tan importante como el dirigente de un país por votación en lugar de por preparación? Admitámoslo, la democracia, como se aplica hoy, es una estafa. ¿Se imaginan que cuando Darwin publico "El origen de las especies" la comunidad científica hubiese elegido por democracia si la evolución era cierta o no en vez de ceñirse a los hechos?

El unico sistema posible es la meritocracia, donde, siguiendo el principio de la evolución, solo el que valga para ocupar un puesto deberia ocuparlo y no el que salga votado.

No puedo entender que a los gobiernos representativos se les llame democráticos. Lo que tenemos no se parece en nada a lo que había en Grecia. Lo que hoy se parece más a democracia es el modelo suizo. Los demás son solo gobiernos representativos que usurpan un nombre que no merecen y que dejan mucho que desear. El sistema consiste en que nosotros, el pueblo, le delegamos el poder a unos pocos en los que en teoría creemos, pero el problema es que después de haberlos elegido no tenemos ningún instrumento para obligarlos a cumplir las promesas o el programa partidario. De hecho, lo que llaman el "gobierno del pueblo" se queda sin poder alguno después de las elecciones, permitiendo que ellos aprueben las leyes que les de la gana y que gobiernen como si dispusieran de un cheque en blanco, muchas veces en contra de la voluntad popular.

No elegimos a los que nos representan porque esos representantes sólo representan a sus partidos o, en el mejor de los casos, a ellos mismos. Sólo elegimos a los que estarán en la cúpula del poder, a las élites. El sistema debería llamarse "Elitismo" u "Oligocracia elitista", nunca democracia, nombre que usurpa sólo porque la palabra "Democracia" está adornada con cualidades y atributos que la hacen extraordinariamente atractiva.

La conclusión del análisis es elemental y fácil: si lo que elegimos es a la élite que va a dirigirnos, que al menos sean élites preparadas y con méritos suficientes, no a los sinvergüenzas, paletos y hasta delincuentes que ahora alcanzan el poder a través de los sistemas de esta democracia prostituida que nos gobierna

O cambiamos el actual sistema por una democracia auténtica, donde la voluntad popular sea el faro rector que debe ser siempre respetado, o instauramos una "meritocracia", que consiste en elegir para que nos representen a los mejores, a los que tienen más méritos y cualidades. La experiencia demuestra que dejar las cosas como están es una rotunda estupidez.

Francisco Rubiales



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