Revista Religión

La falta de perdón es un acto de maldad…

Por Inevitability
Blog_MeditacionesShabbat“Señor, ¿cuántas veces pecará mi hermano contra mí que yo haya de perdonarlo? ¿Hasta siete veces? Jesús le dijo: No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.” ““Siervo malvado, te perdoné toda aquella deuda porque me suplicaste. “¿No deberías tú también haberte compadecido de tu consiervo, así como yo me compadecí de ti?”” Que hermoso, Pedro quiere que Jesús le de un limite a la cantidad de veces que debe perdonar a otros, ah cuanto no quisiéramos nosotros ese limite, con tantas frases que nos rodean “esta es la ultima vez que me la hace”, “si me defrauda una vez más, nunca se lo perdono, ¿escucho?”. Cuan diferente son las cosas con Dios, aquellos que seguimos a Jesús ya no seguimos la filosofía barata de este mundo, sabemos que nuestro llamado es más alto, amar sin condición y perdonar aunque tengamos la razón Pero Pedro lo pregunta y la respuesta de Jesús es genial, seguida por una hermosa historia de un siervo a quien su rey le perdono toda una deuda pero luego no es capaz de perdonar a aquellos que le deben a él, las palabras del Padre nuestro resuenan al leer esa historia “perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden”. La falta de perdón es una ofensa a Dios mismo, es un insulto para Dios, cuando alguien dice “es que usted no sabe lo que esa persona me hizo”, “es que usted no sabe el dolor que siento”, “es que yo no puedo perdonar”, Dios se indigna, porque Él sabe muy bien. Él envió a su hijo a ser humillado, desnudado, torturado y desangrado hasta morir en una Cruz por TI y te ha perdonado, y ¿tu dices que no puedes perdonar? El perdón es central para los que seguimos a Jesús, no es una opción, es de las cosas que nos diferencia al punto que en la historia el siervo que no perdona a otros se le llama “malvado”, que fuerte, el que no perdona ante los ojos de Dios es un malvado, tremendo y estremecedor. Oh Padre, ayúdanos a poner nuestros ojos en ti, en tu amor, misericordia y compasión para con nosotros, que podamos entender la grandeza del perdón que has obrado en Jesús y por medio de ello darnos cuenta de lo patética que es nuestra actitud al indignarnos y guardar rencor por cualquier ofensa que otros nos puedan hacer. Padre, ayúdanos a amar sin condición y perdonar aunque tengamos la razón, así nos cueste lagrimas y la vida misma. -Inspirado en el devocional Tiempo con Dios del 20 de Febrero de 2016, Mateo 18:21-35

Volver a la Portada de Logo Paperblog

Dossier Paperblog

Revista