Revista Moda
La falta de profesionalidad y los tiempos que corren
Publicado el 04 febrero 2016 por Sblonneke @SBLonneke¡Buenos días!
Hoy me he levantado reivindicativa. Si, no todo va a ser de color de rosa, días fantásticos y buenas palabras. Hoy me he dicho "basta ya de ser condescendiente" y por ello escribo esta entrada.
Son varias las situaciones que se han dado hasta que he decidido dejar por escrito mi crítica, positiva. Hoy digo BASTA a callar frente a la incompetencia de otros, a que te hagan sentir mal por malas prácticas ajenas a tu persona o a dejar pasar el temporal, y por ello aconsejo no dejar pasar ni una. Eso si, con educación y sin faltar al respeto. En la sociedad en la que vivimos, se supone que todo el mundo está SOBREpreparado. Que los profesionales son eso PROFESIONALES, y por ello trabajan en lo que trabajan, y cobran lo que cobran. Pues yo respecto a eso tengo mis dudas...
Por ejemplo, llevo tres meses, TRES, intentando ponerme en contacto con un organismo nacional para informarme sobre los pasos que debo seguir para poder ejercer mi profesión en un ámbito determinado. Pues la persona que gestiona ese organismo, después de pasar de mis correos y llamadas, resulta que lleva 10 días ilocalizable. Y se trata de una asociación "seria", tan seria como que representa a profesionales que colaboran en casos de jurisprudencia. Como veréis, de profesional POCO.
Otro caso, hace siete meses más o menos me realizaron mechas en el cabello y me las dejaron demasiado tiempo. La consecuencia es que me quemaron el pelo. Pues esta semana fui a la misma peluquería para que me lo cortaran y sanearan. Bueno, no os podéis imaginar lo que llegué a oír. Desde qué barbaridad cómo tiene el pelo esta chica, que si pelo de caballo, que a saber donde le han hecho esto, que si no me cuido el pelo... Cogiéndome el pelo como si fuera un caso único en el planeta, soportar cuchicheos, miraditas, etc. Y son PROFESIONALES de la imagen, con salones de belleza. En primer lugar ni son profesionales ni son nada, porque de primeras faltan el respeto a su cliente. Si una persona va a un profesional, en este caso una peluquería, para que le arreglen algo, en mi caso que me cortaran el pelo y me lo sanearan, no es de recibo que me traten como lo hicieron. Y segundo, es su trabajo. Es que me indigné, pero no reaccioné. Tenía que haber dicho lo que pensaba e importarme un pimiento lo que pensaran. Porque, en primer lugar ellos me quemaron el pelo y, segundo, fui para que me lo arreglaran, no a que me trataran de esa manera. Como veréis la profesionalidad brilla por su ausencia. Si al menos estos profesionales fueran un referente en el cuidado exquisito de su propio cabello, podrían decirme algo, pero es que ni eso. Mi pelo aún todo lo quemado que lo tengo, tiene más brillo y calidad que esos pelos ralos que se gastan los gurús de la imagen. En serio, me enervan.
Un caso más que añadir a la lista, ahora en cuanto a las compañías telefónicas. Si, esas compañías que te dan la brasa una y otra vez para que cambies de compañía, las que te "sugieren" que cambies de plan, que te ofrecen mil ventajas y facilidades. Pues a la hora de la verdad, ni ventajas ni facilidades. Llevamos desde que se fusionó mi compañía con otra, graves pérdidas de conectividad y no se solucionan. Parchean la situación pero en realidad el meollo de la cuestión sigue ahí, mientras no haya un problema de envergadura no pasa nada. Resulta que esta mañana hemos llamado por un problema referente a la televisión. Llevamos tres días con un problema de desconexión, un error que da el dispositivo que no nos permite programar grabaciones porque no aparece la información de los canales. Y en primer lugar te sale el contestador, yo no entiendo la manía que tienen ahora todas estas empresas de poner el contestador cuando al final te toca hablar con un operador si o si. No hay cosa que más rabia de que cuando tienes un problema no te atienda una persona, al menos en mi caso. Cuando finalmente nos han puesto un operador, nos han pasado con un PROFESIONAL del departamento de averías. Hay dos cosas que nos han indignado. La primera, que en lugar de solucionar el problema o avería nos ha intentado vender un producto. Y la segunda, que le valoremos en la encuesta con 9 o 10. Si, parece increíble pero la realidad supera la ficción.
Con esto quiero decir, que hay un vacío que no cubren las empresas o los organismos, que es el buen trato al cliente. Si, existe el departamento de atención al cliente, pero visto lo visto no cubre las necesidades de los clientes. Y también quiero recalcar la falta de empatía. En el caso de la peluquería es más que tangible. Vas a que te solucionen el problema y sales sintiéndote culpable y con complejo de Cuasimodo. Es como quien tiene depresión, va al psicólogo y éste le ofreciera la ventana para que saltara. Es que es incomprensible. Considero que los profesionales aparte de sacarse los títulos, certificaciones o lo que sea, se sacaran un título permanente en humanizar su profesión y no hacer sentir mal al que tienen al lado. Está claro que un mal día lo tiene cualquiera pero hay formas y formas.
Sólo quiero hacer una última puntualización, tal y como está recogida en el refranero español: LO CORTÉS NO QUITA LO VALIENTE.