Revista Maternidad
Creo que en cierta forma el funcionamiento de la las familias nucleares es un reflejo de nuestro propio interior: cada vez más desconectados con nuestra propia persona: cada vez más desconexión con los otros, cada vez somos menos los que vivimos bajo un mismo techo: cada vez es menos el tiempo que le dedicamos a la expansión de nuestras emociones a través de la conexión con el otro. No me refiero al tipo de conexión que uno puede establecer a través de Internet, lo cual no es malo, yo he conocido gente maravillosa a través de este medio, pero no son personas con las que pueda compartir contacto físico, visual, convivencia, permanencia física. No son personas con la que pueda compartir el mismo aire, la misma habitación, sentir o percibir su calor, su olor, su vibración vital. ¿Nunca han entrado a una habitación y percibido la alegría, la angustia o la tensión que inunda cada centímetro cuadrado del lugar? ¿Hecho contacto visual con alguien y percibir lo que le esta pasando en ese instante? En los apuros y falta de contacto de estos días es mucho lo que nos perdemos…y lo peor de todo es que ha medida que nos acostumbramos a esto ni siquiera nos acordamos que existe algo distinto. Los medios de comunicación nos arriman y nos alejan a la vez. Creo que es menester de cada uno encontrar un equilibrio entre lo que la vida moderna nos ofrece y lo que no queremos perder a cambio de todo esto. Quizás la organización en pequeños núcleos de padres, madres e hijos no serían tan malo si hubiera un genuino esfuerzo por parte de cada padre y madre de involucrarse emocionalmente con sus hijos, de establecer lazos y redes de apoyo, DE PERMANECER EN CONTACTO(FISICO Y EMOCIONAL) CON SU PAREJA, CON SUS HIJOS Y CON EL RESTO DEL MUNDO.
Retomo las preguntas:
¿qué pasa con la organización familiar actual?, ¿qué debería cambiar en la organización familiar actual para que resultara mejor para la crianza de los hijos? ¿y mejor para quién?, ¿para la madre, para el niño?, ¿si es mejor para la madre necesariamente es mejor para el hijo?
Después de dejar el tema “decantar” he llegado a la conclusión que querer vislumbrar una forma de organización social diferente que ayude a una organización familiar diferente es quizás saltearse un paso.
Creo que la clave esta en un punto central: el amor prodigado a nuestros hijos. No importa como lo logremos, dentro de una familia nuclear, extendida, monoparental... Seguramente haya organizaciones que lo hagan más fácil o más difícil, pero lo más importante sigue siendo nuestra capacidad para amar que va a depender de nuestra historia y de nuestro esfuerzo por rever nuestras carencias y lograr algo distinto, con ellas (nuestras carencias afectivas) y todo.
El primer año de la Escuela de Capacitación Profesional de Crianza de Laura Gutman tiene como temática central(al menos cuando yo lo curse en el 2006): “Los vínculos familiares: recursos para favorecer el entendimiento entre adultos y niños”
Si sólo miramos atentamente una familia, en un parque, en un restaurante, o en cualquier otro lado, seguramente presenciaremos alguna escena donde prima el desencuentro, la violencia, o el desacuerdo. Niños que lloran, padres que se enojan: ¿necesariamente tiene que ser así? Mi respuesta es un rotundo NO, aunque se que muchos lo consideran lo normal, y probablemente argumenten, los niños piden y piden, los mayores deben ponerle limites, ante ello los niños lloran, es lo normal y sano….¿quién no ha estado ante la situación de decirle que no a un hijo que le pide otro helado u otro paquete de golosinas? El punto es saber si ese pedido realmente se trata de helados o golosinas o se trata de un pedido desplazado de afecto y mirada, como es en la mayoría de los casos…
Hoy vuelvo a la monografía que había que escribir al terminar ese año para aprobar el curso. Tenía que estar relacionada con lo que habíamos trabajado todo el año y lo más importante tenía que provenir de la experiencia personal. El título de mi monografía era: “El camino de la violencia al amor”
Aquí transcribo una parte:
“Muchas veces me he preguntado de donde surge la violencia en el ser humano. Como la mayoría de nosotros la asociaba con el maltrato físico o verbal, la guerra, los gritos y cualquier otra forma de violencia “activa”…..Hoy en día sigo reflexionando, aún un poco azorada….que toda la violencia…comienza…en el desierto emocional de la mayoría de los bebes humanos, ricos y pobres….En el pequeño mundo mamá-bebé es donde se comienza a sembrar la futura cosecha de violencia, en este pequeño mundo comienza el gran mundo de violencia…Creo en el aporte que cada uno puede hacer, desde su trabajo personal. Sembrando una semillita distinta en cada hijo. Esto requiere de un gran esfuerzo por parte de cada mamá que debe primero mirar para adentro y descubrir los acordes casi invisibles para ella, de su propia violencia….En este camino espero poder ir dándole a mi hija cada vez más amor, ternura, mirada, paciencia y todo lo que ella necesite para crecer con los acordes del amor vibrando dentro de ella y que a su vez ella pueda hacer vibrar esta música en otros. Espero que en el futuro todas la mamás nos propongamos este camino, y tal vez si nos apoyamos mutuamente el cambio sea posible. Este es hoy mi deseo profundo” (tres años después lo sigue siendo!!!)
Sigo creyendo en este camino, sigo creyendo en el trabajo personal que cada uno pueda emprender y sigo creyendo que el generar lazos y redes de apoyo entre mamás nos puede ayudar a todas a transitar ese camino personal. De nada sirve tener muchas mujeres dispuestas a ayudarnos(o una gran familia) si no estamos dispuestas a mirar en nuestro interior: ESTE ES EL PUNTO DE PARTIDA para construir familias más amorosas, más comprensivas de la dinámica de los niños y de sus necesidades, y este es el punto de partida para construir una organización social que colaboré con las familias, con las mamás y con sus niños. La manera que cada uno recorra este camino es personal, y la manera de encontrar o generar lazos de apoyo o redes de sostén también es un camino personal. ESTAS REDES VAN A SURGIR EN LA MEDIDA QUE ESTEMOS DISPUESTAS A ENCONTRARLAS.
LA MADRE COMO PIVOT DEL FUNCIONAMIENTO FAMILIAR PUEDE HACER VIBRAR UNA SINTONIA DIFERENTE EN CADA NIÑO, EN CADA FAMILIA, EN CADA SOCIEDAD. Mejor para el bebé es NECESARIAMENTE MEJOR PARA LA MAMÁ y mejor para la mamá ES NECESARIAMENTE MEJOR PARA EL BEBÉ.
Ahora me atrevo a responder de la siguiente manera a la gran pregunta: ¿Qué debería cambiar en la organización familiar actual para que resultara mejor para la crianza de los hijos?
LA DISPONIBILIDAD DE CADA MAMÁ A LA PROPIA INDAGACIÓN PERSONAL.
Sería más plausible si las condiciones estuvieran dadas, pero son muchas las mamás que pueden tener acceso a esas condiciones y tampoco están dispuestas a transitar este camino. No subestimemos los efectos del granito de arena que cada una puede aportar para un cambio más amplio. Ese granito empieza por nosotras y redunda necesariamente a favor de nuestros hijos. DEMONOS Y DEMOSLE LA OPORTUNIDAD DE TRANSITAR UN CAMINO MEJOR.
EL CAMINO DE LAS CARENCIAS EMOCIONALES PERSONALES AL AMOR, ES EL CAMINO HACIA UNA SOCIEDAD MEJOR.
NO SON LAS GRANDES REVOLUCIONES SINO LA PEQUEÑA REVOLUCION INTERIOR DE CADA UNO LA QUE PUEDE HACER LA DIFERENCIA!!