Capitulo 1: La familia
Ese grupo social y en muchos casos de régimen obligatorio seria “la Familia” que no se elige en algunos casos y en particular en el mío es más que perfecto. Está integrada por 8 miembros: mi papá, mamá, cuatro hermanos varones, una hermana y yo. Les contare lo que para mi resulto ser mi infancia, el cómo lo viví y cómo lo recuerdo; y lo digo de manera dramática para darle importancia y suene más misterioso, debo captar la atención y lograr que eso pase con mi futura audiencia en tiempos del olvido literario, sería una meta cumplida. Bueno, pues algo así era ser millenians según YO en mayúscula porque es mi etapa más narcisista: según Freud…pues esto transcurre desde aproximadamente mis cinco hasta los siete años.
Siendo franca me sorprende que mi mama no se volviera loca, siendo que antes no existían las “terapias” o al menos la necesidad y tiempo para hacerlas, ni los grupos de whatsap de mamis, porque era todo en primera persona. Básicamente todo se decía face to face, osea, cara a cara al criollo.
Crecimos en Jujuy un lugar tan hermoso para vivir y conocer, y un escenario importantísimo de mi infancia, que entre juegos de niños y caminatas al aire libre junto a mis padres que al decir verdad y entre nos…tiene una compulsión y es caminar, seria en términos psicológicos algo así como un “trastorno compulsivo caminativo” y he aquí que colocaría un emoji con carita de no saber si acaso ese término existe; bueno usen su imaginación, que es algo que yo tuve que hacer para sobrevivir tiempos de carencia tecnológica. Y volviendo al tema anterior debo decirles que una vez mi hermana, papá y yo fuimos a Termas de reyes, hermoso paraíso lleno de pozos termales en los cuales no dejamos ni uno sin visitar, fue tan divertido que pensé que nada podría volverlo menos apreciable salvo que al regreso a la ciudad más próxima, perdimos el ultimo cole y tuvimos que caminar 15 kilómetros y hoy siento que fue casi la osadía de los andes…que exagerada verdad? Pero esto no es una denuncia a mi padre y por favor derechos del niño, no lo tomen a pecho….pues para mí fue una de las mejores aventuras junto a papa y siempre esperábamos con ansias las ideas de él cada finde y para ser franca era casi un arquitecto de juegos en la época de vacaciones en particular. Las caminatas comenzaban muy temprano con ese olor a pan casero de mama y sus exquisiteces para llevar a nuestro día de campo. Aunque no todo era color de rosa, existían las peleas entre hermanos por quien iba en los hombros de papa, quien encontraba la piedra más rara, o corría más rápido. Lo cuento casi con cierta emoción, puesto que, la cuestión es que eso hoy dejo de ser importante y el asombro de encontrar una pieza importante para la colección de piedras raras era lo que hoy significaría para mi hijo de cinco años poder descargar el mejor juego de la red o para mi hija adolescente tener la mayor cantidad de seguidores en instagram. Para mi nada era más emocionante que caer de un árbol sin quebraduras por supuesto, por trepar o ir al parque y columpiarme hasta el límite.
Uno de nuestros juegos favoritos era ir al rio al cual íbamos con frecuencia y serian como los rápidos de EEUU o menos presuntuoso seria como los parques acuáticos de hoy; empujarnos y ver nuestras caras de susto, porque siempre empujábamos al que menos sabía nadar, por supuesto he aquí la parte de ser niños de naturaleza cruel y por supuesto salvaje, aunque sabíamos que papá iría al rescate. Jugar a la lotería, y hablar de lo que eran nuestras vacaciones, aunque solo fuéramos a la casa de los tíos a unos 150 kilómetros, resultaban fantásticas, y las fiestas de navidad, año nuevo, día del padre y madre y diré casi todas en el calendario, eran literalmente familiares, con una concurrencia del 99% de la familia de mamá.
Aunque papa trabajaba muchísimo para darnos lo mejor, y es de ahí que luego hare un hincapié en cuestión, porque todo tiene que ver el “cómo somos y el por qué somos y de qué manera somos” con los demás, y la importancia de ser como padres los fabricadores de recuerdos significativos y alentadores para nuestros hijos, y como dice mi mama, siempre van haber días difíciles, pero todo pasa y esa es nuestra verdad, si podemos recordar en tiempos difíciles los momentos buenos.