Revista Cultura y Ocio
La familia, esto es normal: eclecticismo pop para escuchantes inquietos
Publicado el 11 enero 2011 por Asilgab @asilgabLas melodías de las canciones de La Familia vienen cargadas de acordes cuya resonancia es capaz de llevarnos hasta los años sesenta, y a las que las letras y la voz de Santi Araújo son capaces de rellenar de una sencillez y una melancólica ingenuidad que poco a poco te desplazan en el viaje sonoro que La Familia nos propone en su último trabajo Esto es normal.
Una y otra vez, los grupos españoles van creciendo en su capacidad de expresar con sus canciones enigmas que antes parecían sólo al alcance de los grupos extranjeros, y La Familia ya deja muestras de su capacidad de demostrarnos que son capaces de gobernar sus intenciones a la hora de crear sonidos y ambientes en la canción que abre su último cd Polo Norte, vigorosa y directa a partes iguales, y en la que Santi Araújo ya nos encadila con su tono personal de voz y en la forma de interpretar sus propias composiciones, y que junto a temas como Miénteme, Que puedo perder y Ya no estás forman un conjunto de canciones más rítmicas y descaradamente pop con tintes guitarreros muy de los grupos ingleses de los ochenta, y a los que La Familia, incluso se atreven a mezclar con sonidos étnicos africanos en el final de Polo Norte, un toque muy a lo Peter Gabriel y su épica sonora, como ejemplo de fusión y mezclas de sonidos de ayer y de hoy: "y en el Polo Norte puede ser la hora que tú quieras elegir, y en el Polo Norte pueden ser las noches días y los días noches y olvidar el orden que me dice que esto es normal ¿es normal?".
En el resto de las canciones, a veces La Familia arrasta una cadencia sonora mas bucólica con mandolinas incluidas como en Un Rayo de Sol (su versión más folkie) o son capaces de crear ensoñaciones rítmicas capaces de enamorar a cualquiera en temas como Ana, (dieciocho años por aquí y nadie iba bien sin tí... no te vayas todavía sin mí), donde la similitud a los sonidos de los grandes grupos españoles de los años sesenta como Los Brincos, en la forma de interpretar el pop en su versión más melancólica y dulce es sencillamente sublime. Un sonido que sin embargo cuesta identificar, porque ellos lo someten a su actualizada y particular forma de entender la música, pero que te engancha cada vez más a medida que lo escuchas, como una lluvia de notas musicales que te empapa los sentidos. Hay mucho de acierto en las letras y en los títulos de las canciones como es por ejemplo el tema Hoy me siento cowboy, o en Me quiero enamorar donde las guitarras dan pie a una inocencia cínica y contradictoria que casi se recita. Aunque sin duda, el temazo escondido del álbum es Qué puedo perder donde una gran sinfonía sonora disfrazada de una excelente potencia en el punteo de las guitarras nos anuncian que La Familia buscan algo más. La Familia son Santi Araújo (voz y guitarra), Álex Penido (batería), Carlos Gil (bajo y coros) e Iván Patiño (teclados) y como dicen en su canción Gira Mundial van de Mondariz a Ferrol como expresión de su viaje sonoro por el noroeste patrio, conformando un pop sin estridencias para oídos sin complejos, ávidos de nuevos viajes musicales que les proyecten más allá de su aburrida vida diaria.