Tengo como una inquietud de piernas, de alma, de desmadre, de… ¿madre?
Cuando empiezas a ver que tu pequeña bestia empieza a ser una bestiecilla con tintes princesiles, cuando da besitos, dice mamá, papá y guauguau a todo animal hasta las moscas y suspiras y se te infla el corazón de orgullo y contienes el aire y en eso piensas ¿es hora ya? y buscas el calendario chino y maya para el sexo del bebé para buscar otra niña la respuesta es:
DEFCON4 ALERTA MÁXIMA-
¡FAVOR DE SALIR ESCOPETADA LOS DÍAS FÉRTILES!
Bueno, eso y las cien mil preguntas de presión de ¿para cuñando el siguiente? es lo que hacen que me ponga a pensar…
Siempre quise una familia grande. Si, yo era de esas que veía las pelis de “Mas barato por docena” y creía que era posible. No sólo tener los doce hijos, si no que fuese más barato. Ilusa de mi.
No dejo de escuchar frases hechas como “En Europa dos está bien, tres es multitud”. ¡Patrañas! decía yo. Ahora no se que pensar.
Definitivamente quiero más hijos. Eso es símbolo de que sufro de amnesia. El LoveLove de aquel evento desvirtualizador del 15J nos ha trastocado tanto a todas que ahora me vuelven esos aires de “quiero ser madre”. ¡Si ya lo soy! ¿A dónde vas alma de cántaro que las cosas no están para ponerse a procrear! Eso y que cuando recuerdo la episiotomía, la amnesia se borra y mi bella cicatriz me recuerda que es todoooo un proceso laaargo, complejo, amoroso y no tan bello como lo solemos idealizar.
Por fin duermo bastantes horas de seguido- no las que quisiera por culpa de las twitteras que hay sueltas por ahí- pero ya descanso. Por fin vuelvo a usar mi ropa. Por fin el sexo es S E X O con mayúsculas de esas que arrebatan el aliento.
¡Aarrghh!
Otro bebé y más ahora que Critter es aún tan pequeña significaría mogollón en todo aspecto.
Se acerca mi cumpleaños- el desmadre es Leo por si quieren ir preparando la tarta y los regalos- y el reloj me recuerda que no siempre se es joven, bella, con paciencia y apta para procrear (menos si quiero la docena).
¿Cuando es el mejor tiempo?
La Critter fue planeada. Fue decidida. Fue “manos a la obra”. Fue obra divina de la puntería pues a la primera salimos premiados.
Cuando me siento a planear con consciencia el siguiente hijo me resulta durísimo. Uno ya tiene justo es: “consciencia”. Uno ya sabe a lo que va…
¡Por fin entiendo por que nadie te habla del lado oscuro de la maternidad! Una vez que lo conoces no se olvida.
Bueno prometo practicar mucho mucho que a mi las cosas me gustan bien hechas.
Si alguien quisiera decirme cuándo es el mejor tiempo para tener otro hijo y si la familia grande vive peor siéntanse libres. Ayudarán a que haya menos niños que se llamen INEM.