La Familia Monster 2017 (Estreno): Crítica

La familia Monster es un estofado de numerosas emociones ya retratadas en el séptimo arte y otros tantos clichés, quienes regresan a la vida a una de las familias màs sobrenaturales de este 2017.

Había una vez una mujer llamada Emma, madre de familia ignorada por su esposo y dos hijos, que un día, mientras busca su disfraz para Halloween, llama sin querer al mismísimo Príncipe de las Tinieblas: Drácula. En un principio la versión que La familia Monster presenta de este mítico villano de la cultura popular parece ser la de un galante inmortal que canta "It's Not Unusual", célebre canción de Tom Jones, en un evidente guiño al género musical y su constante romance con las producciones animadas. Por lo mismo, el antagonista no infunde miedo ni luce atemorizante. Esta introducción es contradictoria con el diseño del personaje que se hace posteriormente: un ser que, ensimismado en su soledad, se empeña tanto en conseguir una esposa que le haga compañía, que transforma a la inocente Emma, a su esposo e hijos en monstruos. Para los que aman los musicales encontraran gran cantidad de melodías que los harán regresar a su infancia.

Visualmente esta cómica mujer de la noche es la versión vampírica de Katy Perry, mientras que su esposo es un inflamado Frankenstein que sufre de gases, su hija mayor una irritable momia y el más pequeño de la familia un afelpado lobito. Junto con estas criaturas fantásticas existe una bruja que habla mediante hipérboles de la misma manera en que el buen Yoda de Star Wars. Como puede verse a través de la sencilla descripción de la trama, esta producción británico-germana es una reinvención de Hotel Transylvania.

Hallamos, por ejemplo, al padre pusilánime explotado laboralmente que me recuerda a George McFly de Volver al futuro o la hija mayor, una clásica adolescente quisquillosa con su madre desdeñada (estereotipo explorado en diferente medida en cintas como Valiente de Disney-Pixar o Un viernes de locos, entre muchas otras), y el niño sabelotodo al estilo del pequeño Brick Heck de The Middle...

No obstante, el trabajo de animación es lo suficientemente sólido pese a no pertenecer a los grandes estudios y algunas de las texturas de los personajes, en especial de los murciélagos-mascota del Señor Oscuro, fueron bien trabajadas aunque sin llegar a los niveles de Disney-Pixar, DreamWorks o Blu-Sky o a las obras artesanales hechas en stop-motion por Laika. En conclusión definitiva es una producción que tiene tintes prometedores y falencias a la vista pero que tiene como objetivo hacernos pasar un buen rato en familia o pareja y una buena taza de te a la mano.