En Manhattan, NY hay un viejo chiste que se le suele hacer a los turistas, según cuentan. Cuando uno le pregunta a un vecino de la Gran Manzana: “¿Cómo se hace para llegar al Carnegie Hall?” (“How do you get to Carnegie Hall?”), le suelen responder: “¡Practicando, practicando y practicando!”. Bromas aparte, los neurobiólogos han comprobado científicamente que 10.000 horas de dedicación y práctica a una especialidad nos pueden volver maestros en ella. Especialmente en lo relacionado con una habilidad, por ejemplo tocar el violín. Pero vale para toda actividad humana.
Así lo explica el famoso músico y neurocientífico Daniel Levitin:
“se requieren diez mil horas de práctica para alcanzar el nivel de dominio de un experto de categoría mundial, en lo que sea. En todos los estudios conocidos aparece que, compositores, jugadores de baloncesto, escritores de ficción, patinadores de hielo, pianistas de concierto, jugadores de ajedrez, criminales profesionales, y lo que hagas, este número aparece una y otra vez. Diez mil horas son el equivalente a aproximadamente tres horas por día o veinte horas por semana de práctica, en diez años.
Por supuesto, esto no responde por qué algunas personas no llegan a ninguna parte con su práctica, y por qué algunas personas obtienen mucho más de sus sesiones de ejercitación que otras. Pero nadie ha encontrado aún un caso en el cual, se alcanzara una categoría de maestría mundial en menos tiempo. Parece que le toma al cerebro todo este tiempo para asimilar lo que tiene que saber para conseguir un verdadero profesionalismo en algo”.
De aquí dos conclusiones importantes:
1) Aprovechar y administrar correctamente el tiempo, teniendo en cuenta la propia formación.
2) Trabajar para llegar al éxitos “cuesta vida”. Los famosos slogans y libros que prometen hacerte profesional líder en una materia en “3 meses” son un vil engaño.
Para profundizar en este tema aquí en castellano y aquí en inglés.
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