El Reino Unido ha multado con casi 50 millones de euros a la farmacéutica GlaxoSmithKline. El laboratorio obvió las leyes de competencia para intentar que no hubiera nunca un medicamento genérico de su ineficaz y peligroso antidepresivo Paxil que hiciera sombra a este. No es la primera multa ni sabemos si le importa mucho a la casa pues en 2005 ganó tres veces más que en 2014 gracias a prácticas muy cuestionables.
La multa se debe a que la compañía ha pagado para impedir la entrada libre en el mercado de medicamentos genéricos. Quien ha multado ha sido la Autoridad de los Mercados y la Competencia de Reino Unido (CMA) 37,6 millones de libras esterlinas (48,4 millones de euros). En concreto, la compañía británica ha sido acusada de alcanzar acuerdos de hasta 50 millones de libras (más de 64 millones de euros) con varias farmacéuticas para impedir la entrada en el mercado de la versión genérica del antidepresivo paroxetina entre los años 2001 y 2004 (marcas Seroxat o Paxil).
De este modo, en el año 2001 varias farmacéuticas, entre las que se incluye Generics UK Limited (GUK) y Alpharma, trabajaban para entrar en el mercado de la paroxetina con un medicamento genérico.
Ante esta situación, GSK denunció a estas compañías alegando que sus productos infringían sus patentes. Antes de que esta denuncia fuese a juicio, tanto GUK como Alpharma alcanzaron un acuerdo con Glaxo que incluía la prohibición de su entrada independiente en el mercado británico de este antidepresivo.
Solo en el año 2000 fueron prescritos 4,2 millones de Seroxat y sus ventas superaron los 90 millones de libras (116 millones de euros) en el año 2001. El ya antiguo Paxil o Seroxat es un fármaco peligroso. En USA, las cajas de estos comprimidos ofrecen un recuadro de advertencia que describe el riesgo de suicidio en niños y adultos jóvenes.
GlaxoSmithKline ha enfrentado demandas judiciales en el país norteamericano y ha tenido que desembolsar millones de dólares en compensaciones a las personas afectadas por su tratamiento. Hace unos meses certificamos lo que era un secreto a voces pues desde hace años, que los fármacos antidepresivos pueden incitar al suicido en quienes los consumen.
Un análisis del ensayo clínico en el que se basó su fabricante para justificar la receta de paroxetina a niños y jóvenes, revela que es inefectivo y además puede conducir a la muerte.El trabajo por el que ahora conocemos lo que ya había indicios de que ocurría se ha publicado en el British Medical Journal (BMJ).
Es una revisión que han hecho varios científicos independientes del estudio que publicó en 2001 el Journal of the American Academy of Child & Adolescent Psychiatry que, financiado por la farmacéutica, concluyó que los fármacos antidepresivos paroxetina e imipramina eran eficaces.
En septiembre de 2014 supimos que tras más de un año de investigaciones China multaba a Glaxo con 379 millones por sobornos en hospitales. La noticia tiene un interés adicional, concretamente las penas de cárcel de dos a cuatro años que han impuesto al director de la multinacional y a cuatro altos cargos, pues la multa es pequeña para lo que factura el laboratorio. En España tenemos indicios claros de que ocurre lo mismo pero la Fiscalía NO actúa.
Los chinos prefirieron las penas de cárcel como escarmiento pues no hay más que ver los números de facturación del medicamento y las ganancias de GSK para entender que no le preocupa mucho esto de las multas. De hecho, GlaxoSmithKline triplicó sus ganancias en 2015, al obtener un beneficio neto de 8.422 millones de libras (11.165 millones de euros), frente a los 2.756 millones de libras (3.654 millones de euros) del año anterior.
Andrew Witty, director general de GlaxoSmithKline.
La cifra de negocio de GSK en el conjunto del año fue de 23.923 millones de libras (31.715 millones de euros), lo que supone un 4% más que los 23.006 millones de libras (30.507 millones de euros) que ingresó en 2014, datos de la farmacéutica.
Cabe preguntarse qué parte del beneficio de la empresa es gracias a la competencia fraudulenta, los sobornos a médicos, su “arte” para introducir en el mercado medicamentos ineficaces y mortales de gran éxito comercial y demás prácticas de las que me ahorro calificativos y que cada cual le ponga los que desee.