Una liga donde casi cualquier equipo puede vencer a casi todos debería estar mejor representada en este ranking… Cierto es que ganan casi siempre los de siempre, pero la mayoría de las temporadas equipos de la parte baja dan sustos monumentales a los equipos llamados grandes.
Una competición donde los dos primeros clasificados sacan 20 o 30 puntos al tercero es un mal síntoma de competitividad, y aquí es donde la Premier League inglesa, con sus lógicas diferencias entre grandes y pequeños, demuestra su fuerza y lo que fascina y engancha a millones de aficionados repartidos por todo el mundo.
La liturgia de los campos ingleses siempre repletos también influye mucho en ese vínculo casi místico que muchos de los aficionados de fuera de las Islas tenemos por esta competición. A quien no se le ha puesto la piel de gallina cuando Anfield en pleno ha cantado a todo pulmón el You’ll never walk Alone? Incluso seguidores del Manchester United o del Everton contemplan magnetizados este caso.
Esos estadios con sus tejadillos típicos que denotan que los campos de fútbol ingleses tienen alma e historia… tan lejos de estadios multiusos con pistas de atletismo alrededor que le quitan pasión, cercanía y empuje de los aficionados sobre el rival y colegiado.
Otra cosa que debe ser, y en algunos casos ya es, la envidia de los demás aficionados es la rapidez y seriedad de los comités deportivos… Una agresión, insulto o demás atentados contra el buen juego o deportividad son castigados severa y rápidamente, lejos de los esperpentos de los comités que a todos nos están viniendo a la cabeza con actuaciones en las que se mira hacia otra parte…Si, en la Premier los grandes son grandes y los pequeños pequeños, pero los equipo de zona media baja pueden mantener durante años a sus grandes jugadores, excepto en contadas ocasiones, y cuando el jugador se va a uno de los grandes es por ganar títulos, en pocas ocasiones es por temas económicos.
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