Revista Coaching

La felicidad (apenas una reflexión)

Por Sergiocossa @sergiocossa

No la voy a definir, porque tiene tantas definiciones como seres humanos sobreviven. Por lo tanto, quien lea, piense en la suya y adapte el texto como más le guste. Siempre afirmo que La Felicidad, como un estado constante, permanente, no existe. Que sí existen momentos felices. Momentos incluso de días, meses o años, que terminan y se transforman en otros estados. Por eso, buscar la felicidad como una meta, como un fin, me parece un derroche de energías. ¿Qué podría llevarnos a un estado de felicidad plena y permanente? ¿Otra persona? ¿Lo material? ¿Lo espiritual? De ese modo llegaríamos a una felicidad dependiente, que termina cuando desaparece el vínculo, por la causa que sea. Sólo habremos vivido momentos felices. Veámoslo desde una mirada individual. ¿Cómo hago a ser feliz para siempre, sin depender de nadie? ¿Qué es lo que me hace feliz por mí mismo? Ahí entran en escena tres atributos relacionados: pensar, sentir y actuar de la misma forma.
Es decir, vivir con unidad interna.
Cuando vivimos con unidad, cuando hacemos lo que sentimos y pensamos (y las otras combinaciones) somos felices. Cuando entramos en contradicción. Cuando pensamos de un modo y actuamos de otro (y también con las otras combinaciones) nos sentimos mal. Tal vez tengamos ciertas sensaciones placenteras, pero nos engañamos. No somos felices. Bien, ya tenemos la fórmula: pensar, sentir y actuar de la misma forma. Si vivimos con unidad y armonía interna seremos felices plena y eternamente. Ahora, seamos sinceros: ¿Cuántos de nosotros logramos implementar la fórmula completa? No un día, ni un mes, sino en modo permanente. ¿Quién puede afirmar con total libertad que vive con unidad interna? No un día, ni un mes. ¿Quién no ha transado algunos de los atributos, a cambio de hacer más llevadera una situación? ¿Qué tan a menudo lo hacen? Cada vez que eso ocurre surge la contradicción, y adiós felicidad permanente. Entonces, la fórmula es un éxito para lograr momentos felices. Vivamos el mayor tiempo posible en unidad interna. Pensemos, actuemos y sintamos en forma armónica cada vez que el mundo nos deje. Eso nos garantizará unos hermosos estados de felicidad. Mientras duren.
¡Nos leemos!

Como siempre, aguardo sus comentarios y sus críticas.
Si te gustó este artículo, sígueme por Facebook haciendo click aquí o en el botón Me Gusta de El vuelo del ranoraky y de ese modo te llegarán todas las novedades de mi blog. Pie de página del feed

Volver a la Portada de Logo Paperblog

Sobre el autor


Sergiocossa 157 veces
compartido
ver su perfil
ver su blog

El autor no ha compartido todavía su cuenta

Dossier Paperblog