Buenos días! Por fin se acaba esta semana y empieza un finde sin planes. He decidido dejar fluir las cosas y sólo hacer lo que me apetece, sin compromisos.
Me encantan los libros… pero los de papel, los libros que pesan una tonelada y que tanto me gusta ver en los estantes del salón. Son mis tesoritos!! No digo que no lea en la Tablet y en el móvil, ya van unos cuantos libros leídos a través de una pantalla, pero cuando lo he hecho, la mayoría de las veces pienso, qué pena no tenerlo físicamente!!, pero es como todo…, también pasa que cuando un libro me ha decepcionado he dicho, menos mal que no me gasté la pasta!!.
El poder de la lectura es tan grande!!. Se acuerdan de cuando éramos pequeños y nos imaginábamos mil aventuras increíbles cuando nos contaban historias o nos leían en la cama. Yo antes no era muy adicta a los libros, supongo que porque nos obligaban y nos hacían leer libros que nada se acercaban a nuestros gustos, pero desde que en la adolescencia sentí curiosidad por algunos buenos libros que encontré por casa, he tenido casi siempre un libro en la mesilla de mi habitación.
Leer ayuda a mejorar la concentración, la escritura, nos ayuda a relajarnos y a evadirnos. Un libro es capaz de transportarnos a otros lugares y de hacernos sentir. Un libro es capaz de llegar a cualquier lugar, él límite es tu imaginación.
Vamos a compartir con ustedes uno de los libros que he leí hace un par de años y que es La felicidad es un té contigo.
La felicidad es un té contigo es una lectura agradable y apropiada para pasar un momento distendido y olvidarnos de los problemas que nos rodean.
El estilo fresco y desenfadado de la novela hace que su lectura sea amena en su conjunto, se le coge cariño a los personajes a medida que te vas adentrando en sus tramas y tiene un final positivo.
Yo lo leí en un momento difícil, mi hermana me lo regaló y lo devoré en cuestión de un par de días, me gustó mucho!!. Después han venido unos cuantos que ya les iré contando, pero he creído que merecía la pena hablar hoy de él.
“Para viajar lejos, no hay mejor nave que un libro”