"Por lo que se nos recompensaría con genes sanos cuando somos generosos y se nos castigaría, a un nivel microscópico, cuando ponemos nuestras propias necesidades y deseos en primer lugar".
Los científicos han sospechado durante mucho tiempo que los estados de ánimo afectan a la salud. Sin embargo, los mecanismos celulares subyacentes eran desconocidos hasta que comenzaron a buscar en los perfiles de expresión de los genes, dentro de las células blancas de la sangre. La expresión génica es el complejo proceso por el cual los genes dirigen la producción de proteínas. Estas proteínas gatillan otros procesos, que en el caso de las células blancas de la sangre controlan gran parte de la respuesta inmune del cuerpo.
Es decir, nuestros genes pueden notar la diferencia entre una vida con propósito y una más superficial, incluso cuando nuestra mente consciente no puede. Sin embargo, no perciben o juzgan nuestra conducta, por lo que el cambio en la expresión génica es muy probablemente impulsado por una estrategia evolutiva de trabajar por el bien común.
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