No necesitas que tu vida ‘funcione’, no necesitas detener todo lo ‘malo’ que pasa, no necesitas obtener todo lo que crees que deseas con el fin de estar en paz aquí y ahora. No necesitas de otras personas, objetos, sustancias, logros, para ser realmente feliz.
El siguiente ‘objeto’, el siguiente subidón, el siguiente toque, no lo van a lograr. Tu felicidad no depende del mercado de valores, del medio ambiente, del humor de tu pareja o de la alineación de los planetas. No necesitas más cosas para estar completo, Y perder todo lo que tienes no podría restarte ni un ápice de tu integridad inherente. Si tienes más, no eres más.
En lugar de enfocarte en la pasividad y en la maldad de los demás, vive tu propia verdad. ¿Crees que el gobierno debería estar haciendo más? Entonces tú da más. ¿Crees que los demás deberían cambiar sus estilos de vida? Cambia los tuyos. ¿Crees que los demás no tienen derecho a ser prejuiciosos? Ilumina el camino deshaciéndote de los tuyos. ¿Crees que deberíamos salvar a las tortugas? Ve. Sálvalas tú. Ahora mismo. Deja de leer esto y ve allá. En serio.
Vive tu verdad sin miedos y sin prejuicios y no tendrás nada de que quejarte, nunca. Estarás tan ocupado viviendo y comprometiéndote, consumido por una labor que en realidad es un juego divertido, encontrándote con la vida, con el espíritu aventurero de un niño que aún no aprende a culpar o a renunciar al asombro.
Leído en Jeff Foster
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