La segunda característica de la feminidad bíblica que encontré es muy complicada de entender en nuestros días y en nuestra época, debo decir que la manera en que la interiorizamos las mujeres modernas es la manera más errónea que se nos pueda ocurrir.Desde mi adolescencia y me atrevo a decir que desde mi niñez siempre me he caracterizado por cuestionar todo, por no "tragar entero", siempre tuve la necesidad de expresar mis puntos de vista (no siempre fue de la manera correcta, lo reconozco) pero ese deseo se mantuvo y aún puedo decir que se mantiene conmigo
Les contaré una historia La sociedad en la cual crecí me mostraba una mujer relegada a un segundo plano, una mujer que luchaba por tener los mismos derechos que el hombre, una mujer que quería salir de la casa y ponerse las botas y martillar con el mismo ímpetu que el hombre, una mujer que se sentía menos por tener que cuidar los hijos en casa o cocinar para ella y su familia, y creo que cuando digo estas cosas todas están asintiendo con la cabeza y un deseo de impotencia y rabia se apodera poco a poco de ustedes, ese mismo deseo que en mi adolescencia me hizo querer luchar a favor de esa "nueva mujer"(deseo manipulado claro está).Estudie Bellas Artes con el fin de poder aportar mi granito de arena a ese movimiento social que crecía rápidamente buscando la "reivindicación de la mujer", asistí a un sin numero de actividades sociales y marchas universitarias a favor de la mujer, me inscribí en varios grupos multiculturales que surgían gracias a la tecnología y a la aparición de la Internet y que me permitía conocer puntos de vista de mujeres de otros países como México y Argentina e intercambiar ideas. todo con el fin de "liberar a la mujer de su yugo patriarcal".Recuerdo con especial angustia el día que tuve que elegir el tema para mi proyecto de grado, la angustia no era el tema, creo que estaba claro y pues a lo largo de mi carrera mi enfoque siempre fue la mujer, mi angustia radicaba más bien en como debía abordar este tema tan modelado socialmente, pues estar participando activamente de esta "reivindicación femenina" que crecía y crecía me permitió darme cuenta de una cantidad de falencias e incoherencias que que se fueron gestando dentro del movimiento en si y el cual yo ya no defendía y del cual mas bien dudaba, tuve que sentarme y replantear mis ideas siendo consciente y no "tragando entero".Mi tesis: IDENTIDADES FRAGMENTADAS (Después les hablo más, y por que no, les comparto apartes del texto)La cuestión es que a este tema se le sumaban las experiencias que empezaba a vivir en carne propia, relaciones de todo tipo: de trabajo, amorosas, académicas, familiares, de amistad en fin, una búsqueda personal que crecía y creía desde mi papel como mujer en una sociedad a la cual ya no le cería tanto, que usaba el movimiento de "emancipación femenina" como publicidad para vender lapices labiales, artículos de belleza, bebidas refrescantes en fin, cada vez me sentía mas asqueada del tema.La solución: Volver a las raíces de la formación y creación de la mujer Bueno me extendí demasiado en este post, pero era necesario para poder explicar la segunda característica de la feminidad bíblica de manera clara. ¿CUÁL ES? Sujeción.Lo sabía ya me imagino sus caras pero abran su mente para el siguiente post, será muy revelador se los aseguro así como lo fue para mi en su momento.