Revista En Femenino
Hemos estado estudiando La feminidad Bíblica y en este momento nos encontramos a punto de abordar la segunda característica de esta feminidad, como enuncie en el post pasado, es un tema bastante complicado de hablar en estos días pues solemos confundir feminismo con feminidad, libertad con igualdad, derechos con rebeldía y sujeción con dominio y así un sin numero de conceptos que la sociedad bien se a encargado de tergiversarlos creería yo que con el único fin de manipular.
Sujeción, la segunda característica de la feminidad bíblica, es un término que nos estorba y preferimos no escucharlo y mucho menos pronunciarlo, nos enseñaron desde pequeñas a "no deberle nada a nadie" a "no depender nadie", este sentimiento se relaciona directamente con el edén y la caída del hombre, es obvio que si Eva decidió morder el fruto del bien y el mal no fue por otra cosa que por ambición y orgullo, el mismo que nos hace querer odiar la palabra sujeción, ese sentimiento hace parte de la herencia que Eva nos ha dejado junto con los dolores de parto, y otra consecuencia más que encontramos en Génesis 3:16 y la cual trataré de explicar en los siguientes posts.
16"A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti" Génesis 3:16
Realmente es muy fuerte este versículo y mucho más fuerte para una lectora que duda de la existencia de Dios, podría hacerme la famosa pregunta "¿acaso Dios no es un Dios de amor?", pero hagamos un paralelo primero:
Pensemos un momento en alguien que queremos demasiado, un hijo, un hermano, un padre, una madre, en fin, alguien que amamos demasiado y en el cual confiamos " a ojo cerrado" y bueno tal es la confianza que le dejamos encargado de nuestro negocio, casa o o algo que para nosotros es importante y quizá represente todo nuestro patrimonio y obviamente no queremos perder durante un viaje de emergencia que nos toca hacer por una semana, probablemente esa persona es la que primero se nos cruza por la mente, tenemos la completa certeza de que cuidará de nuestras pertenencias y que jamás nos traicionaría o tomaría una decisión que nos pudiera perjudicar, sin embargo cuando regresamos de el viaje nos damos cuenta que ha vendido todo, se ha gastado la plata y lo peor de todo es que se esconde de nosotros, no quiere dar la cara y responder por sus actos. ¿cual sería tu reacción? ¿Tu primer sentimiento? ¿que harías?
Bueno algo parecido "guardando las proporciones, claro esta" le sucedió a Dios en el Eden, Dios deposito su confianza en el hombre y este lo traiciono por ambición, era normal que se sintiera traicionado y alguna consecuencia debía tener tanto el hombre como la mujer, nuestras consecuencias las encontramos en el versículo 16, las del hombre en el versículo 17 y las de la serpiente (Satanás) en el versículo 15.
Y les respondo a su pregunta CLARO QUE DIOS ES UN DIOS DE AMOR, pero después en otro estudio les explico su plan de redención. eso realmente es amor puro.
Por ahora seguiremos estudiando este versículo 16 de Génesis 3 y sobre todo la parte que les marque con negrilla pues los dolores de parto primero que todo no los puedo explicar por que no los he tenido y segundo creo que de eso, las que ya son madres saben que no es mentira.
"y tu deseo será para tu marido"
El deseo de la mujer será enseñorearse de su marido, el hombre y la mujer enfrentarán luchas en su propia relación ya que el pecado (desobediencia a Dios) ha transformado el armonioso sistema que Dios ha establecido para el hombre y la mujer, como compañeros de por vida tanto el hombre y la mujer necesitarán de Dios para poder llevarse bien.
este estudio hasta ahora empeiza...