Una dieta alta en fibra tiene muchos beneficios: regula el tránsito intestinal, disminuye los niveles de colesterol y de azúcar en sangre entre otros.
También ayuda a perder peso y mantenerlo.
Comienza el día con cereales de desayuno ricos en fibra. Elige cereales integrales o salvado y comprueba que no tengan azúcar o tengan la menos posible, añádele fruta y yogur y obtendrás un desayuno completo.
Una manera fácil de aumentar tu ingesta diaria de fibra es incluir más cereales y legumbres en tu almuerzo. Prefiere los panes integrales a los refinados, si además son de cereales y con semillas mucho mejor. Añadir frutas o legumbres en las ensaladas es una buena estrategia.
A la hora de la cena, la proporción de fruta y verdura deberías ser aproximadamente la mitad de la comida. La otra mitad se divide entre proteínas magras y cereales enteros. Las ensaladas son una manera sencilla de realizar esto, pero si el consumo de verduras crudas no es lo tuyo, trata de añadirlas a tus platos a modo de salteados. Por ejemplo, mezcla las verduras salteadas con tus pastas integrales.
Para los tentempiés las bayas son una gran fuente de fibra así como las nueces y palomitas de maíz bajas en grasa.
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